Opinión sin spoilers del libro "Diario" de Héléne Berr
Hola a todos y bienvenidos un día más. ¿Qué tal ha ido el finde? Espero que genial.
Hoy vengo con una reseña. Siempre digo lo mismo, creo que no se me dan muy bien, así que intento suplir esa carencia aportando libros diferentes, menos conocidos por la gente o que tengan algo especial.
Hoy traigo una historia real; un diario escrito por una chica judía durante la Segunda Guerra Mundial. Y sin más rollo, empezamos.
Este libro llegó a mis manos en 2010. En aquella época gané un certamen literario y además de un premio en metálico, los convocantes regalaban un lote de libros y me dejaron elegir algunos. Y yo, en cuanto vi este, quise tenerlo.
Tengo que decir que me llegó un poco machacado. Todos estaban impecables(eran nuevos, no usados) en cambio este, no sé si fue por el viaje o estaba así cuando lo empaquetaron, tenía con la portada un pelín perjudicada. Por dentro estaba bien, eso sí.
Si os fijáis la portada está un poco machacada, es una pena
Cuando nos mencionan un diario real escrito durante la Segunda Guerra Mundial, inevitablemente pensamos en Ana Frank. Casi todos lo hemos leído(yo vi su casa en Amsterdam), pero estas hoistorias, aunque puedan parecer similares, no tienen nada que ver. Ana Frank era una niña, y aunque tuvo que madurar a la fuerza, era una niña que escribía con la perspectiva de su edad.
En este caso el diario lo empieza una estudiante de 21 años, y el enfoque y la perspectiva son de una persona adulta, muy joven, pero adulta.
Para ir entrando en materia os diré que Héléne Berr comienza el diario en abril de 1942 y lo termina en marzo de 1944. Es una estudiante de filología inglesa en La Sorbona; una chica sencilla con una vida feliz. Es entusiasta de la música y toca el violín, tiene amigos e incluso un prometido. Pero es judia, y en la Francia de Vichy ordenan a los judios llevar la estrella amarilla y no puede opositar para ser profesora, aunque ella, muchacha resolutiva, encuentra un alternativa.
Desde el principio sabemos que Hélene Berr muere en 1945, solo unos días antes de que el campo de concentración en el que se encuentra sea liberado.
Pero, a pesar de conocer el trágico desenlace, la obra atrapa. No sé si es porque rezuma verdad, o quizás porque hay vitalidad y esperanza luchando por abrirse paso entre el miedo y la resignación. O tal vez porque la juventud engancha. Pero sea por lo que sea, es adictiva. Y aunque la historia transcurre en otro tiempo, en un momento duro, con situaciones extremas y que, afortunadamente, ninguno de nosotros ha tenido que pasar, en algunas cosas nos sentimos identificados.
Todos hemos sido jóvenes, hemos tenido amigos con los que hacíamos planes, hemos tenido novios con los que pensábamos que pasaríamos nuestra vida, unos padres que eran nuestros héroes...Y ella también lo tiene. Supongo que eso es parte del secreto de ese enganche que genera.
Si hay algo que me ha gustado, es la forma de escribir. Héléne tiene una forma de narrar muy bonita; delicada y a la vez certera. Cuando describe a los niños a los que cuida, especialmente en el campo de concentración de paso en el que estuvo(Drancy) antes de ir a Auschwitz(luego la llevaron en tren a Bergen-Belsen, donde finalmente moriría), lo hace con una ternura y delicadeza que nos llena de buenos sentimientos.
Para ir terminando, además de todo lo mencionado anteriormente, destaco la contundencia con la que se expresa cuando habla de la situación política, y más en concreto de dirigentes nazis. Me llama la atención encontrar estas ideas tan claras y tan en consonancia con sus actos en una chica tan joven y en unos tiempos en los que no era tan fácil tener conocimientos ni pensamiento propio, especialmente siendo mujer. Y me sorprende también la generosa entrega a los demás; cuidó a los hijos de vecinos que habían sido deportados, ayudó a entregarlos a nodrizas cuando fue necesario y aseguró la supervivencia de muchos niños en campos de concentración.
Durante muchos años el diario lo conservó la familia, pero en 2002 su sobrina, dueña en aquel momento del diario, con el apoyo del resto de la familia, decidió donarlo al Memorial del Holocausto de París, y por esa razón fue publicado. Antes de llegar a manos de la sobrina el diario lo guardó el prometido de Héléne, Jean Morawiecki. Fue deseo de ella antes de morir; deseo que se cumplió.
Además del diario, en el libro encontramos alguna carta, alguna foto, testimonios...
Si os gustan las historias reales, narradas por el protagonista y con una buena calidad, os la recomiendo. Además, pienso que nunca hay demasiados libros sobre un tema tan devastador y que no debemos olvidar, porque olvidar puede significar repetir el error.
Mil gracias por leerme, feliz semana y nos vemos el miércoles con algún truco.