Nuestro planeta está plagado de sitios que merece la pena visitar: ciudades, pueblos, monumentos o diversas construcciones históricas, o emplazamientos de gran belleza natural como montañas, bosques, lagos, ríos o mares. Aunque yo soy de las que opinan de que casi cualquier lugar tiene su punto original y acogedor, sí que es cierto que hay rincones de nuestra geografía que hay que resaltar con letras mayúsculas, para focalizar las miradas de quienes están ávidos de conocer mundo y para protegerlos y que perduren para la posteridad, en un gran favor de construir y fortificar la historia de la humanidad.
Para ello, y para reforzar las leyes de protección histórica, natural y cultural de cada país, existe la Unesco, organismo de las Naciones Unidas que se ocupa de la educación, la ciencia y la cultura. Cada año, los responsables de la Unesco se reúnen para revisar los 890 sitios que actualmente están considerados Patrimonio de la humanidad y para analizar posibles nuevas propuestas que amplíen esta cifra.
En esta ocasión, la cita está pendiente para el 25 de julio en Brasilia y en ella se debatirá la posible inclusión de 41 lugares nuevos, entre los que contamos con nuevas ciudades enteras que desean ser consideradas Patrimonio cultural, monumentos de diversa índole y parajes naturales como el atolón de las islas Bikini.
Asimismo, podrían perder este título algunos emplazamientos que han descuidado las normas de conservación dictadas por la Unesco como, por ejemplo, las Islas Galápagos o la ciudad de Jerusalem.
Hoy en día, este organismo invierte aproximadamente cuatro millones de dólares para preservar y fomentar esos lugares, en una labor que es imprescindible para asegurar nuestra herencia natural y cultural.
Os dejo un interesante vídeo con algunos de estos mágicos lugares: