Mohamed I mandó construir este lugar a mediados del siglo XIII. Su edificación se llevó a cabo con arcilla berruguinosa, propia del terreno que presenta un color rojizo por lo que fue bautizada como Castillo rojo o Al-Hambra.
Durante los mandatos árabes, la Alhambra fue reformada y reforzada en varias ocasiones, así como ampliada con, por ejemplo, el Patio de los Arrayanes y el Salón del Trono. Tras la conquista de Granada por los reyes Católicos, se ordenó la conservación y preservación de este lugar pero, tras varios reinados españoles, se fue abandonando poco a poco hasta que el rey Carlos III, se encargó de recuperar la Alhambra en todo lo posible.
Quizá, la imagen más conocida de este emplazamiento sea El Patio de los Arrallanes con su extensa planta rectangular por la que paseaban los monarcas.
La Torre de Comares, El Salón de Comares y El Salón de Embajadores son otra parte importante de este lugar dado que se encuentran distintas composiciones poéticas, alabanzas a dios, etc. Además, un descubrimiento reciente durante la reforma de sus techos han aparecido unas piezas de madera que representan figuras humanas y animales, un hecho impactante ya que en esta época se prohibían este tipo de elementos.
¿Conoces Granada?