A pesar de contar con una amplia selección de islas, las regiones habitadas no llegan a trescientas, destinando casi cien más tan sólo a acoger turistas. En ellas, se encuentran lujosos complejos hoteleros, en torno a los cuales giran distintas áreas recreativas y una zona de restaurantes, el resto del territorio se mantiene alejado de la acción humana.
Gracias a ello, se ha podido conservar en condiciones idóneas el estilo de vida que allí se emplea, alejando la zonas de ocio de los residentes. La cultura, costumbres y creencias siguen llevándose a cabo tal cual se realizaban en la antigüedad, antes de las múltiples conquistas, procedentes de colonos asiáticos y europeos. Igualmente, es posible visitar centros urbanos donde contemplar este estilo de vida, si bien, no es lo más común.
En los últimos años ha proliferado alojamientos y restaurantes bajo el mar. De hecho, su demanda, a pesar del precio, se ha ideo incrementado cada vez más, lo que ha permitido crear sistemas de visionado aún más sorprendentes. A día de hoy, podemos comer o dormir en habitaciones a cinco metros bajos las aguas, con paredes y techo totalmente de transparentes. En un entorno de visionado de 360º.
Una de las principales característica de este amplio conjunto es su amplia diversidad tanto en fauna como en flora. Su agua limpia y casi transparente permite realizar actividades como el buceo, una de las acciones más demandadas en sus islas. Sus peces multicolores y con asombrosas formas son una de las muchas vistas inolvidables que nos ofrecen las Maldivas.
Otro de los mayores reclamos turísticos es la enorme ventana de posibilidades que nos ofrecen sus tranquilas playas. Una buena opción para disfrutar aún más de este edén, es alquilar barcas para la exploración de los territorios adyacentes. Si preferimos practicar algún deporte también dispondremos de todo tipo de embarcaciones, especialmente, veleros.
A esto hay que sumarle su confortable clima, y es que en esta región del océano Índico, las temperaturas se mantienen constantes todo el año. Durante el día, la media oscila entre 29 y 30ºC y por la noche, tan sólo sucede un pequeño descenso de dos o tres grados. Las lluvias son moderadas, especialmente los primeros cuatro meses del año, sin duda, el mejor período para visitar este paraíso.
Su gastronomía es rica en pescados, contando con multitud de especies diferentes y una amplia gama de formas de elaborarlos. Un manjar que para degustar es el 'rihaakuru', un preparado de atún, similar al paté, que se unta sobre pan tostado. El 'masroshi' es otra de las exquisiteces locales, su confección es simple, sobre una tortilla se envuelve pescado finamente cortado, similar a un 'burrito' o un 'panqueque'.
Sin embargo, las mayores delicias llegan en el postre, donde la especialidad es el coco y todas su formas de degustarlo, desde el tradicional batido hasta el 'huni hakuru folhi', una tarta muy dulce cuyos ingredientes básicos son esta fruta, harina y azúcar. También es aconsejable saborear las piñas, mangos o papayas, no obstante, no son autóctonas sino que son traídas de Sri Lanka.
¿Y tú, has disfrutado ya de las Maldivas?