Su mágicos lugares han servido para ser nombrado el país con mayor número de menciones a 'Patrimonio de la Humanidad' por la Unesco, un total de cuarenta y siete galardones. Muchas de ellas provenientes de la época de esplendor renacentista y del poderoso Imperio Romano.
Por lo que no hay mejor época en el año para visitar Italia que en Navidad. Esta tradición tiene un importante peso sobre sus habitantes que cuentan con una gran disposición de actividades y eventos para disfrutar de esta celebración. Las costumbres marcan esta festividad como un momento que todo individuo debe pasar con su familia.
Son típicas las comidas y cenas de Navidad, marcadas por platos típicamente italianos llevados a cabo desde hace cientos de años. El día 24 de diciembre se comienza con la 'Cenone', 'la gran cena'. En este día la comida debe ser casi exclusivamente pescado y marisco, si bien se pueden acompañar con otros ingredientes, como sucede con los famosos 'antipasti' de almejas, atún o gambas. En el postre abundan los dulces, turrones, mazapán, polvorones, etc.
En la ciudad de Milán es común el 'Panettone', un roscón o bizcocho relleno de pasas y frutas confitadas. Dependiendo de la región, se realizará de una forma determinada, pudiendo encontrar una gran variedad, con chocolate, azúcar, etc.
Otro dulce típico de gran calidad, en esta ocasión de Verona, es el bizcocho 'Pandoro'. Su origen data del año 1.800 de nuestra era. Su forma recuerda a una estrella de ocho puntas y, según quien lo haga, puede estar relleno de chocolate, crema o frutas confitadas.
En la región de La Toscana encontramos el 'Panforte'. Su creación es situado entorno al siglo XIII, siendo muy famoso por su buena conservación. Sus excelentes ingredientes produce un gusto de lo más sabroso. En su elaboración se disuelve azúcar y chocolate en miel que debe ser mezclado con frutos secos y coco. A continuación se hornea o se fríe en la sartén.
El día 25 como no podía ser menos, el plato principal está reservado para la pasta horneada, también se disfruta de una abundante gama de carnes, desde rosbif hasta el arrosto de lomo de cerdo. Sin embargo, para Nochevieja se reserva un proteínico plato de lentejas con cotechino, un embutido italiano derivado del cerdo, y polenta, una gacha también surgida en este país. Este enérgico festín aporta fuerzas para salir a recibir el nuevo año en compañía de los amigos.
El pesebre y el árbol no pueden faltar, son objetos tradiciones de la cultura italiana. Sus preparativos comienzan prácticamente con el mes de diciembre y es mantenido hasta el comienzo de enero, una vez pasada la epifanía se desmonta todo.
Durante estas fiestas, el momento más esperado es la apertura de regalos el día 25, entregados por 'Babbo Natale'. En Roma se suele llevar a los más pequeños a ver la estatua del 'Bambinello' en el centro de la ciudad.
¿Les gustaría pasar navidad en Italia?
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