La isla de Moorea es un auténtico paraíso idóneo para descansar y relajarse. Se encuentra situado a menos de 20 kilómetros de Tahití, en el océano Pacífico. Gracias a ello, dispone de un cálido clima durante todo el año, qué junto con sus maravillosas playas hacen de este lugar un destino inigualable.
Igualmente, se halla muy próxima a la isla de Cook, de la cual se cree que fue separada por una serie de fenómenos geológicos. En parte esto es debido a su origen volcánico, siendo una agradable actividad la realización de excursiones a por estos mágicos parajes. De hecho, dispone de numerosas elevaciones, cuya mayor cota se encuentra en el Monte Tahiea, con más de 1.200 metros.
Como curiosidad, cabe mencionar que existe una leyenda local donde se cree que ambos territorios fueron separados por un lagarto gigante y es que, Moorea es traducido como ‘Lagarto dorado’. Esto es comprensible gracias a la enorme variedad de fauna y flora que aquí coexiste.
Por ello, otra de las atracciones más populares es ir a dar de comer a las mantas raya y a los tiburones, siendo posible bañarse con algunas de ellas en las bellas lagunas de este territorio. Sus aguas turquesas y cristalinas las convierten en algunas de las más hermosas del mundo.
Por todo esto, la isla de Moorea ha ido ganando turistas año tras año, siendo a día de hoy uno de los destinos más solicitados para llevar a cabo la luna de miel, en parte, gracias a sus alojamientos en forma de bungalows sobre el mar. Toda una experiencia de lo más gratificante.
¿Y tú, conoces la isla de Moorea?
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