¿Cómo estáis llevando el invierno? Este año yo lo estoy llevando genial. No me gusta el frío así que en Tenerife estoy muy contenta. Hoy os quiero contar una de mis nuevas aventuras: Garachico
Al norte de la isla se encuentra el pueblo de Garachico. Había visto varias veces en el señor Pinterest varias fotos de las piscinas naturales que se forman ahí. Como sabéis lo que me gusta el agua y las fuentes…tenía que ir.
Desde el pueblo donde vivo hasta Garachico hay 36 kilómetros. Con el pésimo mantenimiento y curvas que hay en la isla se tarda alrededor de 50 minutos en llegar. Existe autovía hasta los Realejos y luego pasa a carretera general.
Tuve suerte el día que fui ya que hacía unos 25 grados. Temperatura ideal para estar al lado del mar. Si pensáis ir a visitarlas, os recomiendo que vayáis pronto por la mañana. Llegué alrededor de las 10 de la mañana y estaba casi vacío. A partir de las 11:30 llegan los autobuses turísticos y ya sabéis que desde ese momento…se acabó la calma.
Las piscinas que se forman son increíbles. Me muero de ganas de que llegue el verano para poder bañarme. Al no haber arena, se ha acondicionado un espacio para que puedas tomar el sol y relajarte si no quieres bañarte.
Si lo comparo con las playas del norte, el Atlántico es increíble. La fuerza de las olas al romper en las rocas es algo precioso. La espuma del mar me recuerda a un pastel de merengue… (sí, me gusta el dulce)
Después de haber visitado las piscinas, decidí conocer el pueblo de Garachico. Es bastante pequeño pero no pierde el encanto canario. Me sorprendió que no había cuestas.
Visité el parque de “La puerta de tierra”. Este parque es conocido por sus exóticas plantas y por ser en el siglo XVI parte del puerto antiguo de Garachico. A través de la puerta, accedían todas las personas que quisieran acceder al puerto.
Si estáis pensando en visitar Tenerife, sin duda os animo a ver Garachico. No os olvidéis que podéis seguir todas mis aventuras y lugares en mi cuenta de Instagram o a través de mi página en Facebook.