Hoy cumples 89 añitos.
Sé que te quedan ya pocos años de que estemos una al lado de la otra, tu cuerpo se va gastando cada vez más deprisa, tu mente involucionando poquito a poco.
Eres mi niña, ya ni recuerdo cuántos años hace que planeo mi vida alrededor de tus necesidades.
No voy a mentir diciendo que todo es chupi guay, no. Hay momentos en que me siento cansada, agotada, sin vida libre, pero mami querida esos momentos pasan deprisa, te miro y te veo tan desvalida, con esa confianza infinita que tienes en que yo te cure, en que yo te provea de la comida que se me olvida lo demás.
Te has vuelto un poquito exigente y caprichosa, como una nena consentida, pero estás en tu derecho de serlo, te has ganado a pulso el poderlo hacer.
te daré gracias infinitas por haber sabido educarme, aunque en muchas ocasiones no me ha gustado cuando era niña y adolescente tus decisiones.
Me encanta cuando te saltas a la torera todos los días mi prohibición y compartes desayuno con las niñas, el cuartito de estar parece sembrado de trozos de galletas, las vas troceando y soltando como si dieras de comer a las gallinas, y las tres brujas atentas a la jugada.
Ese orgullo que tienes de mostrar a las brujillas cuando salimos a la calle juntas con las niñas y Victoria te lleva en la silla a que te recojan para el colegio todos los días, siempre le dices lo mismo a Fernando:
Has visto que guapas son¿.
Y las más listas.
Y la pequeña es la secretaria, la que está más pendiente.
A que te gustan?
Y Fernando siempre dice lo mismo:
Anda que majas son, si es que los perritos son muy listos, y estas no hay más que verlas.
Y te sube en el transporte más ancha que larga por los halagos a las perritas.
O cuando nos encontramos con Sacha la pastora alemana cachorrona que se te sube encima a chuparte la cara y aunque te hace daño no la dices nada mientras te relame y conseguimos bajarla las patazas.
Me enseñaste que aunque hayas sido, y sigas siendo una persona sin estudios, apenas sabiendo leer y escribir, que provienes de zona rural aunque sea de la provincia de Madrid, que en NUESTRA FAMILIA siempre ha existido el respeto, el cariño hacia los animales, no con los mismos cuidados que ahora existen, pero siempre con el respeto y el no hacer daño gratuitamente.
Me enseñaste a querer a los bichejos, a curar cosas simples en pajarillos, a tener una curiosidad por mirarlos quieta.
He oído infinitas veces las aventuras tuyas con animales, las de tu padre, las de mis tíos y tías, soy heredera de tus vivencias, tus recuerdos los poseo cómo un tesoro puesto que se te van olvidando y mezclando unos con otros.
Gracias mamá por darme la vida y por enseñarme a vivir con dignidad, hiciste un buen trabajo, me toca a mí no olvidarlo.
Te quiero.