El año pasado, planeamos un viaje con mis amigas para disfrutar del verano europeo en plena temporada.
Iban a ser 20 días recorriendo algunas de las ciudades más hermosas del viejo continente y terminaríamos en Ibiza. Allí luciríamos nuestros esbeltos y atléticos cuerpos. De la fantasía a la realidad hubo un largo trecho.
Durante las vacaciones uno se relaja mucho, quiere disfrutar de los pequeños placeres y probar cosas nuevas. Éste viaje no fue la excepción. Viajamos sólo con un carry on lleno de bikinis, shortcitos, vestidos, ojotas y algún que otro saco por si refrescaba a la noche.
De tapas en Madrid
Nuestro itinerario comienza en Madrid donde la tentación nos lleva a almorzar un sándwich con jamón serrano y queso. Salimos más tarde a caminar por la ciudad con una temperatura que rozaba los 40 grados, con lo cual una parada técnica para comer un helado, fue la mejor decisión.
Recorrimos los Jardines de Sabatini, el Palacio Real, la Plaza Mayor, la Puerta del Sol y llegamos al glorioso Mercado de San Miguel. Amé este lugar!
Es un gran galpón con distintos puestos de comida donde se pueden probar infinidad de tapas madrileñas. Está abierto desde las 10 hs. y cierra a las 00 hs. excepto Jueves, Viernes y Sábados que está abierto hasta las 2 de la mañana.
En verano es el lugar ideal para almorzar o hacer un break a media tarde y probar algunas tapas acompañadas de una cañita (medio porron de cerveza). Además se pueden encontrar puestos que venden, especias, jamones, pescados, postres y hasta cosméticos elaborados con productos del Mar Muerto.
Seguimos nuestro recorrido y alrededor de las 9 de la noche empezó a caer el sol. Si! En verano oscurece bastante tarde así que se puede aprovechar mejor todo el día.
Nos dirigimos entonces a otro de los puntos más recomendables para una ruta gourmet. Entramos al multiespacio gastronómico Gourmet Experience ubicado en el piso 9 del Corte Inglés. Desde acá, además de disfrutar de una gran variedad de platos y tragos, se puede apreciar una vista maravillosa de Madrid desde su terraza con grandes ventanales. La dirección es Plaza de Callao, número 2, 9ª planta.
Paris, Je t´aime
Después de las primeras 24 hs. en Madrid nos tocaría subirnos al avión al día siguiente para partir destino a París.
Deseaba desde muy chica llegar a esta ciudad y todo fue perfecto. El primer día dejamos las valijas en nuestro departamento alquilado por Airbnb y salimos a recorrer. Comenzamos por el Arco del Triunfo donde disfrutamos de una gran panorámica de la ciudad y después caminamos por la Avenida Champs Elysees. Bordeando el sena llegamos a la la Torre Eiffel justo a tiempo para hacer un picnic y ver el atardecer. Muchos venían con su manta y una canasta con baguettes, uvas y su botella de vino. Todo muuuy parisino!
Por la noche empezó a refrescar y tuvimos que acudir al cafecito acompañado del crepe con nutella, no quedaba otra
Entre las delicias de esta ciudad encontramos el pan de chocolate, las baguettes, los croissants, el foie gras, la crème brulé y el fantástico croque-monsieur. Además de sus quesos, vinos y patisserie.
La última noche fuimos a cenar a un hermoso restaurante por el barrio latino y disfrutamos de delicias francesas acompañadas por un vino tinto.
Creíamos que por todas las calorías que estábamos gastando caminando largas cuadras y recorriendo enormes museos, nada de eso iba a alterar nuestras caderas pero esto recién empezaba.
Disfrutando de Ámsterdam
Tres horitas de tren de por medio y ya estábamos en Ámsterdam donde nos recibió una multitud de gente y la colorida decoración del Gay Pride Parade (uno de los festejos más importantes en la ciudad)
Acá encontramos varios restaurantes argentinos así que aprovechamos para disfrutar un poco de carne, acompañado con una cerveza.
Nos encantó esta ciudad y recorrimos todo lo que pudimos tanto caminando, como en monorriel y en bicicleta.
En el centro de la ciudad se pueden observar diversos locales que venden todo tipo de quesos y la mejor parte es que se pueden degustar. Pasamos varias veces por estos lugares, los quesos eran increíbles!
Chucrut y cerveza alemana
Unos tres días después, continuamos nuestro viaje hacia Berlín en micro. A penas llegamos al hostel Pfefferbett, nos recibieron nada más y nada menos que con uno de los mejores desayunos que habíamos probado hasta ese momento! Nos vino genial para recargar energías y salir a recorrer.
Hicimos varios tours muy interesantes, recorrimos todos los atractivos turísticos y el último día aprovechamos para hacer algunas compras.
Acá nos deleitamos con el currywurst, trocitos de salchicha con salsa de curry y papas fritas. Por supuesto acompañado de una cerveza Berliner Weisse o Kolsch.
Nos íbamos acercando al final de viaje y llegaba la playa unos días después. Empezamos a notar una pequeña barriga que sobresalía del short y ya no había mucho más que hacer. Nos propusimos comer cosas un poco más sanas y tratar de llegar de la mejor forma a Ibiza. Pero después de Berlín llegó Praga.
Goulash en Praga
Después de unas eternas horas en tren a pleno rayo del sol, sin aire acondicionado y nos los incidentes que mencioné en posteos anteriores, llegamos a Praga. Nos recibieron en el Mad House Hostel con una cerveza helada! Cómo negarnos?
Dejamos todo y salimos a recorrer aunque ya era tarde así que decidimos comer algo muy tranquilo cerca del hostel.
Al día siguiente pudimos conocer más. Hacía muchísimo calor pero emprendimos nuestra caminata hacia el castillo de Praga, no sin antes parar a almorzar comida típica checa en un restaurante por el centro. Sopa, goulash o carne acompañada de dumplings era algunas de las opciones así que tuvimos que probar ya que estábamos ahí.
Unos tres días después llegó el momento! Teníamos que prepararnos para enfrentar la playa. Tomar mucha agua, algún que otro jugo de frutas y que sea lo que tenga que ser. Desde Praga a Ibiza fuimos en avión con una escala en Barcelona. Cuando llegamos nos olvidamos de todos los complejos. Estábamos sorprendidas de todo lo que estábamos viviendo y la vibra de esta ciudad nos encantó.
Claramente, unos días después llegaría el momento de volver a Buenos Aires mientras todavía era invierno y la balanza nos daba números muy distintos a los que veíamos antes de irnos.
A fin de cuentas, estábamos felices con nuestras bikinis mostrando esos rollitos extras que nos regaló este maravilloso viaje.
Nos deleitamos con cada sabor, nos enamoramos de cada bocado, probamos todo lo que quisimos probar y nos divertimos así que eso es lo importante.
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