Este año que me quedo sin vacaciones, o mejor dicho, sin viajar. No puedo dejar de mirar y mirar páginas y fotos de lugares que no podré visitar al menos este año. Eso me ha dado la idea de traerte un post sobre alojamientos que no están lejos de aquí -zona norte- y en los que no me importaría pasar mis vacaciones. Que tampoco lo haré (¡qué duro es esto!) pero por si te apetece alejarte del calor y venirte a esta zona más fresquita, esto es lo que te ofrezco como alternativa.
Goikuri, un caserío situado en el Parque Natural de Gorbea, en pleno pulmón de Bizkaia y Araba.
Este lugar es especial para mí ya que fue el primer sitio que fuimos de vacaciones cuando empecé a salir con mi pareja. En realidad pasamos solo una noche pero mantengo un gran recuerdo de esa pequeña escapada. Ahí me sirvieron el mejor desayuno que he comido en mi vida, todo casero por supuesto.
Aunque no me alojé en este apartamento, este año si es posible a finales de otoño o en invierno, intentaré reservar un fin de semana en el apartamento llamado Oktogono.
Aire de Bardenas en medio de un campo de trigo, junto al Parque Natural de las Bardenas Reales de Navarra.
Así es como comienza la página de inicio de este hotel multipremiado por su diseño y arquitectura situado en pleno desierto de las Bárdenas Reales. La mejor opción si lo que buscas es un lugar de descanso y observar el manto de estrellas por la noche mientras te bañas en el jacuzzi exterior de tu habitación. No me digas que no es de ensueño... Espero algún día tener la oportunidad de pasar aunque sea una sola noche en este hotel completamente armonizado con el entorno.
Ya ves que estoy muy rural. Será porque tengo ganas de descansar y lo que más me apetece es estar en un sitio tranquilo sin aglomeraciones. A mi, que soy peliculera de nacimiento, siempre me ha gustado la típica escena de película, de una cabaña en el monte, una pareja acurrucadita con una manta frente a la chimenea (pero en este caso que él no termine siendo un psicópata por favor). Este alojamiento en particular lo tengo apuntado para pasar un fin de semana de invierno para poder encender la chimenea. Se trata de cabañas de pastores construidos en el siglo XVI y que han sido rehabilitados y reconvertidos en alojamientos rurales. Si quieres sentirte como Heidi, pero en vez de en los Alpes suizos, en la comarca de los Valles Pasiegos de Cantabria, este es tu sitio.
No me digas que nunca has deseado dormir en una cabaña encima de un árbol. Si además esta cuenta con todas las comodidades, qué más se puede pedir. Las primeras cabañas que construyeron están en Girona, Cataluña y hace unos poquitos años abrieron un nuevo establecimiento en Euskadi, concretamente en Zeanuri, en las faldas de la parte vizcaína del Gorbea, que a su vez forma parte de la comarca de Arratia. Sin duda un lugar y entorno increíble para disfrutar de la naturaleza y un alojamiento original donde los haya. Recién he descubierto que también existen otras cabañas situadas en la Sierra de Gata, Cáceres, por si te queda más cerca y no quieres perder la oportunidad de dormir en las alturas.
¿Qué te han parecido? ¿Te han entrado ganas de venir al fresquete del norte?