Palacio Consistorial de Cartagena
Tanto llevo dicho de las maravillas de Cartagena, que me estaba dejando algo bien importante en el tintero. Algo de lo que disfruto cada día nada más salir de casa gracias a vivir en el centro.
El casco antiguo está repleto de edificios modernistas que proliferaron gracias al esplendor que vivieron las Minas de la Unión a principios del siglo XX. Acaudaladas familias españolas vistieron las calles con fachadas impresionantes, que como un escaparate mostraban al mundo el poderío de una fortuna familiar. Mejor cuanto más alto, más imponente y con un diseño más novedoso.
La mayoría de ellos fueron concebidos por Víctor Beltrí, el arquitecto modernistas más popular de la Región.
Recorrer las calles del centro en busca de estas joyas me parece algo que uno no se puede perder si visita Cartagena. El buen tiempo del que disfrutamos la mayoría del año hace que el casco sea un perfecto museo al aire libre a coste cero para el visitante. Un agradabilísimo paseo, con el que yo personalmente disfruto todos los días de mi vida desde hace ya casi dos años, pero con el que a veces acabo con dolor de cuello de tanto mirar hacia arriba ;)
Aquí va la recopilación de mis fachadas modernistas preferidas de Cartagena:
1. LA CASA MAESTRE, 1906
Tengo la suerte de vivir al lado de la Plaza de San Francisco, en donde está situada esta joyita. No me canso de mirarla cada vez que paso...
La pena es que aun no está recuperada por dentro y no es visitable. Sólo con ver la fachada uno se imagina las cosas increíbles que debe guardar dentro.
2. LA CASA AGUIRRE, 1901
La Plaza de la Merded, o popularmente conocida por La Plaza del Lago, fue habitada a principios del siglo XX por la flor y nata. Localizada en la avenida principal de la entrada en la ciudad de entonces (Calle de San Diego), tenía una visibilidad privilegiada del todo el panorama.
Actualmente se ha convertido en la sede del Museo Regional de Arte Moderno.
3. LA CASA CLARES, 1906
El encanto de esta casa es indudable, y el hecho de que esté habitada y sus balcones llenos de flores la hace más bonita aun.
4. LA ESTACIÓN DE FERROCARRIL, 1907
Me gusta que, como entonces, aun siga siendo la estación a la que llegan los trenes a la ciudad. Pero es una pena que de ella sólo se conserven originalmente la fachada y algunos elementos del interior. Creo que podría ser un espacio precioso a la par que práctico integrando los elementos antiguos y los actuales.
5. EL GRAN HOTEL, 1909-1916
No sé si es el más bonito o no, pero sí creo que es el más imponente de los edificios modernistas de la ciudad. Incluye el hecho de que la esquina sobre la que se sitúa la cúpula está inspirada en una proa de una gran embarcación.
6. EL PALACIO CONSISTORIAL O AYUNTAMIENTO, 1907
Este edificio destaca por su grandes dimensiones, por su fachada y el reloj de su cúpula lateral. Además, gracias a que la plaza en la que está es abierta y peatonal, es muy interesante rodearlo y apreciar su fachada desde todos lo ángulos. Yo me quedo con la lateral con los tres ventanales enormes.
7. EL CASINO O PALACIO CASA TILLY, 1897
Este edificio ha sido remodelado en varias ocasiones, pero de manera definitiva por Beltrí.
Actualmente se sigue financiando únicamente con la aportación de los socios, que me consta están haciendo un esfuerzo enorme por mantener y sacar su sede adelante.
Cuenta con una biblioteca impresionante, que pude conocer gracias a una visita teatralizada.
8. LA CASA CERVANTES, 1900
La fachada es lo único original de este edificio que aun se conserva. Fue la primera gran obra de Víctor Beltrí, que decidió situarla en un lugar privilegiado de la Calle Mayor, al lado del Casino.
9. LA CASA DE CELESTINO MARTÍNEZ, 1900
Quizás este edificio no es tan espléndido como el resto de los 9 de aquí, pero es que yo creo que tiene un algo muy especial. Localizado al lado de La Casa Aguirre, el rosetón del mirador del tercer piso la hace diferente.
10. VILLA ESPERANZA, 1900
Este caserón está situado en el Barrio Peral, fuera del casco antiguo de Cartagena, pero he decidido incluirlo en mi recopilación por el cariño que le tengo. Ya os hablé de que allí se pasan las mejores tardes de domingo del mundo tomando cockteles, batidos y cafés. Puede ser un plan perfecto para rematar una completa ruta modernista.
