Crítica Pacific Rim: Insurrección – Nueva Amenaza
La trama de esta nueva historia es la misma que vimos en su antecesora, solo que diez años después: los Kaiju vuelven y los Jaegers (ahora pilotados también por niños que se entrenan) deberán detenerlos. Vamos, la fórmula se repite.
¿De veras queréis que hable del guión? Está bien, vosotros lo habéis querido: es plano. Tanto como una tabla de planchar. Nada más empezar te das cuenta de que la fórmula se va a repetir y también se puede observar que el esquema narrativo sigue los mismos pasos que su antecesora, que sería algo bastante bien si no fuera por el hecho de que hace que la trama avance de forma atropellada y se tropieza muy a menudo.
Aunque tenga eso negativo, esta secuela no se rinde en cuanto a humor, que resulta menos chirriante y cargante que la anterior, pero eso no quita que sea un poco sobrante en según qué momentos. Momentos que hubieran quedado realmente épicos si no hubiera estado ese humor. A parte de eso, tampoco se rinde a la hora de ofrecer un espectáculo visualmente impresionante y dosis de adrenalina en la recta final.
Los Nuevos Pilotos de Pacific Rim: Insurrección
Otra de las múltiples cosas que ofrece este film es un nuevo elenco de pilotos de Jaegers quienes lucharán hasta el final contra los incansables Kaijus, por ello tendremos a John Boyega, un chulazo de la vida que no pasa de ser piloto hasta tener que serlo por la fuerza, quien es uno de los pocos personajes que tiene una historia completa y quién te llega más; Scott Eastwood, por su parte, tiene un desarrollo más brusco y cortante, y hace las cosas porque sí (problemas del montaje final hace que esto sea así).
Los nuevos cadetes, sin embargo, ofrecen entre poco y nada de interés, provocando que apenas te importen mucho lo que hagan (otro de los problemas del guión, por querer contar demasiado en poco tiempo).
Repiten Rinko Kikuchi, que para dar paso a los nuevos queda más a modo de secundaria que de principal; Charlie Day, el alivio cómico tan molesto, regresa para tener un nuevo enfoque y un destino completamente diferente a lo que creemos, que por desgracia, no funciona por ser quien es. El resto cumple a la perfección su cometido de ser secundarios, que es para lo que están. Poco más os puedo decir de un elenco plano como tiene Pacific Rim: Insurrección.
Peleas Alucinantes
No os voy a negar una cosa, y es que, a diferencia de su antecesora, las peleas en esta son mucho más visuales a causa de que están hechas durante un emplazamiento horario diurno, capaz de hacernos centrar en los espectaculares efectos especiales y la cantidad de CGI que tiene, en esta ocasión, por raro que pueda parecer, bien llevado, haciendo un buen uso y sin abusar. Cada pelea consigue que nos centramos en ello y aviva más el interés que, si Ramin Djawadi hubiera compuesto (o al menos haber usado el tema del primer film) habría quedado mucho mejor y encima más llamativo.
Quien golpea el último, golpea mejor
Efectivamente, ha habido muchas cosas que asimilar de esta nueva entrega que Guillermo del Toro no ha dirigido, haciendo desaparecer esa esencia que se creó en aquella estupenda cinta de acción y aventuras que fue la primera. Pero, de todos modos, esta entrega va a lo que va: peleas entre robots y alienígenas, cosa que parece que no entendemos todos. No va a ofrecer un guión espléndido y cautivador, sino uno simplón para centrarse en la lucha. No será un peliculón, pero entretiene y ofrece unas escenas de acción de lo más espectaculares.
“Lo único que puede salvarnos del apocalipsis, somos nosotros“
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