La sorpresa fue cuando vi que los ingredientes base, que aunque la mayoría eran los mismos, algunos tenían la cantidad diferente, y no tenía suficiente, o aún peor.. otros directamente no los tenía. Pero peor era el tiempo de cocción!! Según el horario de mi padre, de lunes a viernes, la comida tiene que estar en la mesa a las 13h, eran las 12h15, tenía solo 45 minutos para hacer un plato de lentejas decente. La semana anterior con ese tiempo me bastaba, esta vez, según las indicaciones de la receta, necesitaba más tiempo. Cabe decir que la 1a vez acabé antes porque utilicé la olla express que hizo que fuera más rápida y esta vez como tenía que hacer menos cantidad no quise utilizarla porque era muy grande y era un tostón lavarla.
(Quería que me quedara perfecta, por eso el empeño en seguir los mismos pasos)
El párrafo en cursiva es la receta real. En negrita son los pasos que dí yo.
Lava las lentejas Por supuesto, ese paso me lo salté… e introdúcelas en una cazuela con abundante agua - no sabía a cuánta cantidad se refería así que fue lo último que hice y simplemente rellene de agua los ingredientes que había añadido -, una pizca de sal - ahora entiendo por qué estaban tan sosas, este paso me lo salté- y un chorrito de aceite.
Incorpora el pimiento verde- No tenía..-, la zanahoria - de la huerta de mis padres.. buenísimas- y la cebolleta partidos por la mitad – se deshizo entera, cosa que me da un poquito de repeluco-. Agrega los dientes de ajo pelados, las hojas de laurel, unas hebras de azafrán, los cominos y el chorizo troceado -De estas 5 cosas le puse el ajo, el comino y el chorizo, y por mi cuenta le eché morcilla-. Cocina durante 20 minutos aproximadamente.
Pela la patata, córtala en daditos y agrégalos. Vierte el vino fino. - Aquí empezaron realmente los problemas. No sé en qué momento leí y entendí que aquí ponía vino tinto.. así que os imaginareis lo que eché..- Menea bien la cazuela y cocina durante 15-20 minutos más.
Mientras esperaba, volví a leer la receta y me fijé en que ponía “vino fino”… la verdad es que al principio no le eché mucha cuenta.. pensé que esto debía ser una variedad del vino tinto, tipo Rioja, Ribera del Duero, etc… (Si mi padre lee esto me echa de casa, así lo digo)… Pero algo me picó la curiosidad y me puse a buscar cuál era el vino fino.. Para mi sorpresa y mi vergüenza ya que me he pasado 4 años en Sevilla y ahí se bebe bastante.. Era de todo menos TINTO!!! Así que cuando lo fui a probar.. me encontré el peor plato de lentejas de mi vida, eso parecía una copa de vino con lentejas y no el contrario ¡Qué asco! El vino había dejado un sabor muy muy fuerte.. así que pensé que la mejor solución era ponerlo a fuego lento y dejar cocer lentamente a ver si así se evaporaba y podía reducir el sabor… No sé cuántos minutos lo dejé, pero lo conseguí. Al final solo quedó un aromita de vino tinto que no estaba del todo malo.
Otra cosa que me gusta mucho y no sale en esta receta, es echarle tomate frito y pimentón dulce. Eché un poquito de cada y cuando lo probé me sabía muy poco a tomate así que le eché más y más..! Tanto que sabía demasiado a tomate!! Así que hice el mismo proceso que con el vino!!
No sé cuánto tiempo en total estuvo cociéndose pero pasó tanto rato que las patatas se deshicieron un “pelín”.. Al final comimos a las 13h30.
Mi padre, que fue el único valiente que las probó, me dijo que le gustaba (cosa que NUNCA hace) que lo único que le faltaba era sal (yo convencida que le había echado, le dije que es que no tenía ojo para eso).
Moraleja: Por muy torpe que seas y por mal que te salga todo.. el resultado final no tiene por qué ser malo.
Sé que puedo mejorar, así que si tenéis algún consejillo que darme podéis dejarme un comentario!!!
Aquí os dejo una foto del resultado!!