Viajar es una de las mejores experiencias para chicos y grandes; los jóvenes principalmente vemos en los viajes un sueño hecho realidad: paisajes nuevos qué admirar, costumbres, comida y ropa nueva que probar, el cambio de horario que sólo sirve para poder pasar más tiempo en el antro o bar de moda, en fin.
Viajar nos hace sentir protagonistas de hermosas historias románticas; sin embargo, toparnos con la realidad al llegar a un clima frío al que no estamos acostumbrados nos hace pensar en todo lo que pudimos haber llevado al viaje para no sentir que nos congelamos.
A todo viajero amateur se le escapan detalles al momento de empacar, detalles que solo quien viaja regularmente ha aprendido a la mala. Si vas a viajar a un lugar donde el gélido clima predomina, te conviene leer este post donde te daremos algunos prácticos tips para viajar sin morir de frío en el intento.
Consejos sobre qué meter en tu maleta para viajar a lugares fríos
Quien ha viajado a climas helados sabe muy bien que nuestra ropa del diario casi no nos va a servir (a menos que vivamos en lugares como Rusia), por lo que hacer bien la maleta es el primer paso: comenzamos por empacar aquellos abrigos o chamarras bordadas que sólo sacamos en Navidad, de preferencia que nos queden largas, cubriendo hasta la mitad del muslo para que espalda y trasero queden cubiertas y no seamos víctimas de corrientes heladas que nos causen enfriamientos o resfriados. Empacar un par de bufandas gruesas que cubran nuestra boca y orejas nos ayudará a caminar por las calles frías sin sentir que el aire nos entra por la garganta, del mismo modo llevar guantes y gorro será fundamental para poder recorrer los lugares más bellos sin temblar a cada paso.
Para los amantes de la moda pensar en usar ropa térmica probablemente sea como un suicidio fashionista, pero esta ropa realmente ayuda a mantener el calor sin la necesidad de traer varias prendas. Además de ropa, existen mantas térmicas que son ligeras y caben en la maleta y podemos acomodar una debajo de nuestro cuerpo al dormir y taparnos con otra (además de la ropa de cama del hotel) para no sentir tanto frío durante la noche. Calcetines largos y suéteres también serán tus aliados.
Si vas a hacer un viaje familiar, no te olvides de llevar ropa abrigadora para los niños, muchas veces nuestros hijos prefieren no utilizar chamarras ni suéteres aunque nosotros nos congelemos, y ellos corren libremente sin preocuparse más que por disfrutar de la nieve. Es importante elegir ropa que no limite sus movimientos y los mantenga abrigados al mismo tiempo: playeras de manga larga y cuello de tortuga, suéteres, botas y pantalones gruesos serán su ropa favorita en el viaje.
Toda la familia puede favorecerse de leggings o mayones (que se pueden poner con falda o debajo del pantalón), pantalones de pana, calcetines largos y botas largas.
En tu maleta no puede faltar la crema corporal hidratante, súper hidratante pues el frío reseca la piel rápidamente, el protector solar pues la resolana puede causar quemaduras y un buen brillo labial para proteger los labios de resequedad y grietas.
¡Disfruta tus vacaciones!
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