Por eso sabemos que el trail es una modalidad que está en auge, por poner un ejemplo, antes era sitio de cuatro “locos” que se iban al monte con sus palos y sus gadgets y ahora dentro de la Federación Española de Atletismo hay un propio circuito de carreras.
Por eso os queremos dar unos consejos para afrontar este paso del asfalto a la montaña sin que nos cueste una caída o una lesión por pecar de inexpertos…así que vamos a ello…
Ve poco a poco.
Si partes de 0 lo mejor y más conveniente es que comiences en el asfalto y que tu cuerpo vaya poniéndose a tono, la exigencia en la montaña es mayor y por lo tanto mayor es el riesgo a sufrir un contratiempo.
Si tu condición física ya es decente, te recomiendo que comiences por lugares que no te exijan mucho, que se note que es montaña pero que tampoco sea los Alpes, para que me entendais, no es recomendable hacerse un “Killian Jornet” sin ser el propio Killian, poco a poco, sin prisa. Comienza por rodajes con bajo desnivel, continuando con series cortas de 300-500 metros, para que el cuerpo se vaya haciendo.
No descuides el plano físico.
Un coche de rallys es un coche, lo mismo que un formula 1, pero sus especificaciones no son las mismas, básicamente se parecen en que tienen cuatro ruedas, pues extrapolando el caso al running, nuestro cuerpo no ha de estar igual de preparado para el asfalto que para la montaña, tendremos que fortalecer nuestro cuerpo más, prestando especial importancia en el tren inferior y los tobillos.
Elige el material adecuado.
Ahora ya no es tiempo para tonterías, hay que llevar un calzado específico, de trail running, el agarre es fundamental, y evitar los resbalones es importantísimo, ya que las caídas en el monte son muy peligrosas.
La ropa de trail también es necesaria, nos protegerá de las inclemencias del tiempo ya que en la montaña siempre son más extremas.
Resumiendo, calzado de trail y ropa impermeable será obligatoria, pudiendo complementarlo en medidas de nuestras necesidades con bastones, gps o cualquier otro elemento que nos ayude.
Se previsor:
Una mochila con compartimento para líquidos y algo de ropa de repuesto es útil, nunca sabes en que punto vas a necesitar cambiarte o te vas a tener que parar, no encontrarás fuentes a cada esquina y autobuses para llevarte a casa.
También es fundamental llevar algo de previsiones, alimentos de tamaño pequeño que ocupen poco, como geles y barritas energéticas.
Aprovecha el sol.
Cuando se va el sol se va la luz, es básico, si no tenemos una luz frontal será peligroso por dos factores, nos podemos perder y nos podemos lesionar por pisar en el lugar equivocado.
Llévate la ruta clara.
Si puedes llevar un gps mejor, sino lleva clara la ruta que vas a hacer, perderte es liarla demasiado, a nadie le gusta movilizar un grupo de rescate o a los servicios de emergencia por una imprudencia nuestra.
Afortunadamente los smartphones tienen de todo y si con el puedes ir al fin del mundo, ir a la montaña será mas fácil.
Entrena los gestos técnicos.
No se corre igual por montaña que en otras superficies, por lo tanto hay que tener otro tipo de zancada (más corta) para ir más seguros. También hay que tener en cuenta también las bajadas, repetirlas si es necesario en plan series, hacer un día de cuestas.
En la montaña también te darás cuenta de que andando puedes ir más rápido que corriendo, ocurriendo esto último en las subidas.
Lo bueno de todo es que muchos movimientos de los que te podría estar explicando entradas y entradas, el cuerpo los hace de forma innata, por ponerte un ejemplo, para subir apoyarás las manos en los cuadriceps e inclinarás el tronco o para bajar con más precaución te irás poniendo de costado.
Espero que esta breve intro sea de ayuda para vosotros y que el paso del asfalto a la montaña sea más cómodo y nada traumático.
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