Cómo proteger tu energía

Todos sabemos lo importante que es comer bien, hacer deporte, dormir bien y equilibrar el trabajo y la relajación. De igual, es muy importante aprender cómo proteger tu energía mental.

Puede que estés en la mejor forma de tu vida, pero si algo (o alguien) te agota mentalmente, te sentirás fatal.

Imagina los siguientes escenarios:

Tienes un trabajo que amas pero la oficina es un campo minado lleno de chismes y tienes hasta miedo de entrar.

Tienes una amiga desde la infancia pero no hace más que quejarse de la vida y hace comentarios desagradables de los que dudas. Quedas exhausta cada vez que compartes tiempo con ella.. Pues, déjame decirte que, ese trabajo es tan malo para ti como lo es tu supuesta amiga.

Para vivir verdaderamente mejor, necesitas saber cómo proteger tu energía de la negatividad.

 

12 poderosas prácticas de conservación de energía

Para vivir verdaderamente mejor, necesitas saber cómo proteger tu energía de la negatividad.

 

1. Conoce las señales para que puedas relajarte mejor y más rápido.

La irritabilidad, los dolores de cabeza por tensión, los sentimientos o simplemente la insatisfacción con uno mismo son signos de estrés que acechan en algún lugar en el fondo. Todos nos encontramos con tantas cosas durante el día que es fácil dejar de prestar atención a estas señales, pero es muy importante. No eres una máquina. Hay cosas te molestan. Desarrollar la conciencia emocional es el primer paso para proteger tu energía y no desperdiciarla en estrés.

 

2. Establece límites para ahorrar energía.

Aprende a decir que no me conviene, tal vez la próxima vez, no, gracias. Tirar de un límite más allá del cual simplemente no puede expandirse es una protección poderosa para administrar tu energía y mantener un impacto vigoroso en las necesidades de otras personas a distancia. No te sientas mal si dices que no. Tus necesidades son tan importantes como las necesidades de la otra persona.

 

3. Usa la conciencia para limitar tus efectos negativos.

Se trata de manejar tus pensamientos e intenciones. Somos lo que creemos que somos, así que cuando te enfocas constantemente en cuán estresada o cansada estás, cuán atareado está este horrible día, entonces solo estarás tensa, cansada y ocupada. La conciencia es la práctica de comprender lo que piensas y cómo te hablas a ti mismo, así como también cómo te afectan las actitudes de quienes te rodean. Una vez que logre esta comprensión, será mucho más fácil ajustarse a la positividad y distanciarse de lo negativo (por dentro y por fuera).

 

4. Encuentra tu lugar feliz.

Luego cierra los ojos y ve allí en tu mente. ¡No estoy bromeando! Visualizar tu lugar favorito donde te sientes segura y tranquila es una herramienta poderosa para usar cuando necesitas proteger tu energía. Puede estar pensando en una cama que sea cómoda y llena de mantas cómodas. Tal vez es un camino que te gusta caminar. Sentada con los ojos cerrados durante un minuto, respirando hondo, imaginando ese espacio con el mayor detalle posible, carga la batería como si no lo creyeras.

 

5. Conoce tus factores desencadenantes.

Protege tu energía de los efectos de la ansiedad y el estrés aprendiendo y trabajando en sus factores desencadenantes. Si las condiciones te obligan a adoptar la posición fetal, aprende a convertirte en el amo de la organización. ¿Nervios sociales? Limita tus reuniones a aquellas con las que se sienta cómodo, no a aquellas a las que te sienta presionada a asistir. Nuevamente, hay tal poder para decir no, no, gracias, pase.

 

6. Construye un santuario.

Crea un hogar relajante lleno de texturas, colores y aromas que te encanten. Asigna áreas solo a tus actividades favoritas y toma tiempo para tus cosas favoritas. Cocinar, hacer, aprender: sean cuales sean tus hobbies o aficiones, tómate el tiempo para disfrutarlos. Saber que tienes un gran espacio al que regresar después de un día duro compensará mucho estrés y energía negativa. Incluso puede ser un lugar feliz para tomarse el tiempo de visualizar.
 

 

 

7. Limpia tu espacio físico y mental.

La eliminación de áreas en el hogar, en el trabajo y en la cabeza es una forma poderosa de proteger tu energía. Es difícil mantener un estado mental fuerte y razonable cuando estás rodeada por todas partes de cosas físicas y emocionales. El desorden, el caos y el estrés son más adecuados para ese entorno.

Limpia el hollín. Deshazte de las cosas (y, sí, de las personas) que no son buenas para ti. Desde ropa vieja que no volverás a ponerte hasta las redes sociales inquietantes que sigues, y sobre todo gente venenosa: inclínate, deja de seguir, no hagas amigos. ¿Pesado? A veces. Pero también vale la pena totalmente.

 

8. Confía en tu intuición.

¿Lidiar con una persona o situación que se siente poco saludable? Protege tu energía escuchando tus instintos. Lo que sí o lo que no te conviene, lo aprenderás de lo que sientes por ellos. Si te hacen sentir agotada o simplemente distraída y un poco abrumada, hay una razón para ello. Presta atención y limita tu contacto con cualquier persona y todo lo que te haga sentir mal.

 

9. Crea un círculo social fuerte.

Únete a personas, grupos y actividades donde te sientas bien. Así como algo que te agobia afecta negativamente tu energía, permanecer al lado de personas felices que te hacen sentir cómodo tendrá un efecto positivo.
En el trabajo, esto puede significar buscar compañeros de trabajo cuya atmósfera realmente le guste y encontrar formas de pasar más tiempo juntos. Combine almuerzos o pausas para el café, bebidas después del trabajo o incluso socializar los fines de semana. Unirse a personas que lo hacen sentir enérgico hará que sea mucho más fácil protegerse de la influencia de aquellos que no lo hacen.

 

10. Construye un “muro”.

Cuando necesitas protegerte de la energía negativa, crear una barrera es una práctica muy útil. Al igual que pensar en tu lugar feliz, aprovecha el poder de la visualización. Inhala, cierra los ojos y rodéate de suave luz blanca positiva. Piense en ello como una burbuja protectora, un campo de fuerza o una buena terapia de luz a la antigua. Lo llames como lo llames, es una forma segura de bloquear las emociones negativas.

 

11. Deja de renunciar a tu energía.

El caso es que te sientes agotada porque has permitido que alguien o alguien saque de ti toda esa energía sana y feliz. Cuando necesites decir no y establecer límites, tienes que hacerlo. No porque sepa que debe hacerlo, sino porque comprende los beneficios de proteger tu energía y alimentación y las consecuencias de alimentar siempre a otra persona. Muchos de nosotros encontramos esta idea difícil de implementar porque queremos ayudar a nuestros compañeros de trabajo, amigos y familiares, no a nosotros mismos. Pero el viejo dicho es cierto: primero debes amarte a ti mismo. Realmente tienes que querer.

 

12. Controla ese ego.

¿Cuánta energía gastas en respuesta a un impacto negativo, arrojándola a cosas que simplemente no importan? Sé honesto contigo misma sobre lo obsesionada que estás con esta vida perfecta de Instagram o la facilidad con la que te involucras en una discusión sobre chismes. Tu ego funciona cada vez que reaccionas a la energía tóxica, te preocupas por verte tan bien como otra persona o tratas de corregir la opinión que alguien tiene de ti. Haz una pausa antes de reaccionar. No dejes que tu ego escape de tu boca ni desperdicies energía. Primero pregúntese si esta pregunta vale tu valiosa energía. Es muy probable que este no sea el caso.

La protección energética es muy importante para tu salud mental y física porque es un factor clave en tu felicidad.

Todos los días, en el trabajo, damos mucho de nosotros mismos a amigos y familiares. Debemos reconocer que nuestras necesidades son tan importantes como las necesidades de los demás. Ahorra tu energía.

Regálate un espacio realmente saludable.