Éste año, mi niña quería volver a hacer huevos de Pascua y para variar, pues tampoco tenía colorantes… pero vi una idea que me gustó mucho y parecía súper sencilla y con pocos materiales, así que os cuento lo que hicimos.
NECESITAMOS:
Huevos cocidos (tantos como queramos pintar).
Papeles de cocina (tantos como huevos hayamos preparado).
Plato
Vaso
Vinagre
Rotuladores de colores no tóxicos.
PROCEDIMIENTO:
Los huevos deben estar cocidos, así que éste es el primer paso.
En cada uno de los papeles absorbentes de cocina se pintan garabatos de color, tantos como queramos y del estilo que más nos guste.
Uno a uno, se cubre el huevo con el papel creando paquetitos y se cierra con un cierre rápido tipo pan de molde.
Se van metiendo en un vaso con vinagre, movimiento super rápido porque el papel se vuelve frágil muy pronto y se van dejando en un plato para que reposen y se sequen.
Cuando el papel esté seco por completo (que a mi me ha tardado en secar más de 2 días…) se quita el papel y el huevo habrá quedado decorado con los garabatos que hayamos pintado.
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