Hoy veremos en este post la Catedral de la Asunción de Nuestra Señora en la ciudad de Chartres, en la región del Valle del Loira, en Francia. Su importancia artística es tal que en 1979 fue declarada Patrimonio cultural de la Humanidad por la Unesco.
Esta catedral marcó un hito en el desarrollo del gótico y sirvió de modelo para las construidas posteriormente como las catedrales de Reims y Amiens, a las que sirvió de modelo directo. Os invito a ver su gran belleza y sobre todo sus espectaculares vidrieras.
La catedral está llena de simbología, que ha perdurado a través de los siglos y que ha dado lugar a libros como "El misterio de las catedrales" de Fulcanelli, o "El enigma de la catedral de Chartres" de Charpentier.
Uno de sus símbolos más característicos es el Laberinto de su planta principal dieciséis metros de diámetro y 264 metros de recorrido a través de once círculos concéntricos grabados en el suelo, que puede ser visitado el 21 de Junio, día de San Juan, solsticio de verano, cuando se retiran las sillas de la planta principal. Para no extenderme más aquí te recomiendo que leas este interesante post donde podrás saber más acerca del laberinto y para qué se utilizaba.
Laberinto de la Catedral de Chartres
En esta misma fecha también ocurre un hecho insólito, en el que a las 12:00, un rayo de sol atraviesa un pequeño orificio circular practicado en el vitral de San Apolinar, iluminando una baldosa del suelo diferente al resto, incidiendo en una pequeña marca que se encuentra en uno de los laterales de dicha losa dando lugar a un espectáculo de luz.
La fachada
Puedes divisar sus icónicas y puntiagudas torres desde todos los puntos de la ciudad y, según te acercas, puedes admirar su impresionante fachada principal con el Pórtico Real, que está repleto de esculturas y grabados que representan a varios reyes y figuras pertenecientes al Antiguo Testamento.
Puedes observar como la torre izquierda es un encaje hecho en piedra mientras que la de la derecha apenas tiene adornos.
Las vidrieras
Construida en 1260 afortunadamente ha llegado a nuestros días en un gran estado de conservación ya que, a diferencia de otros monumentos franceses el edificio no sufrió daños durante la Revolución francesa, y las vidrieras fueron desmontadas una por una, y guardadas durante la Segunda Guerra Mundial.
El claristorio es la zona en la que se sitúan los ventanales con vidrieras, célebres por el intenso y bello color azul, especialmente conocida es la llamada Ventana de la Virgen Azul, de principios del siglo S. XIII, que representa a la virgen con el niño.
La Iglesia
Iluminada por la vidrieras toda la iglesia presenta un misterioso aspecto con el altar mayor en mármol rodeado de ábsides, así como de numerosas capillas iluminadas en los laterales de la planta principal.
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Fuente: este post proviene de Las imágenes que yo veo, donde puedes consultar el contenido original.
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