El primero en entrar en liza fue el nigeriano Kenneth Omeruo, el único de nuestros candidatos que salió desde el silbatazo inicial. Sólido y dominante, el defensor central no dejó ninguna oportunidad a los delanteros iraníes. Uno de esos atacantes fue, precisamente, Alireza, quien entró en el minuto 73 y, aunque no pudo perforar el marco rival, su poderío físico representó siempre un peligro.
Un poco más tarde, el entrenador de las Barras y las Estrellas, Juergen Klinsmann confió en el joven defensor John Anthony Brooks para defender la tempranera ventaja que su equipo había conseguido ante Ghana. La apuesta no pudo salirle mejor. No sólo el joven de 20 años cumplió con sus labores defensivas, sino que en los minutos finales logró el tanto que le dio la victoria a su equipo 2-1.
PRÓXIMAMENTE
Lamentablemente, futbolistas tan talentosos como los alemanes Julian Draxler y Matthias Ginter o los estadounidenses DeAndre Yedlin y Julian Green se quedaron en el banquillo, y tendrán que esperar a una futura ocasión para demostrar su valía. Por lo pronto, otros nombres querrán erigirse como protagonistas para ganar el premio.
Mañana, quienes saltarán al escenario serán tres talentosos elementos de la prometedora selección belga. Quien podría marcar una diferencia más temprano será Romelu Lukaku, quien tendrá como misión encabezar la línea de ataque de los Diablos Rojos, pero no será el único. También sus compañeros Adnan Januzaj y Divock Origi tratarán de aportar desde el banquillo.
Sus rivales de en turno también pueden presumir de talento joven. Argelia tendrá desde el arranque al excelente Nabil Bentaleb, que impresionara en la Liga Premier con el Tottenham. Aunque ninguno de los otros cuatro equipos en liza tendrá candidatos, la cantidad de talento que se verá en ese juego será suficiente para atraer la atención del mundo.
*Con información de FIFA