Para acentuar tu bronceado, come mucha zanahoria y bebe jugo de tomate. Se ha comprobado científicamente que las personas que comen más porciones de frutas y vegetales al día tienen un color de piel más dorada gracias a unas sustancias llamadas carotenoides. Estas sustancias son antioxidantes que ayudan a absorber los compuestos nocivos producidos por el estrés y las tensiones de la vida diaria, especialmente cuando el cuerpo lucha contra alguna enfermedad. Los carotenoides son los responsables del color rojizo de algunas frutas y verduras como las zanahorias y los tomates. Además, los carotenoides son importantes para nuestro sistema inmunológico y reproductivo.
Estos pigmentos también están presentes en otros vegetales y frutas como la calabaza, el melón, el damasco, el durazno, los cítricos, la acelga, el brócoli, la sandía y por supuesto el tomate.
La zanahoria alimenta y protege. Como planta que es presenta unas ventajas evidentes para el organismo. Su cultivo para la alimentación humana es muy reciente. La razón es que esta planta originariamente era bastante venenosa. Fueron los hortelanos franceses y alemanes quienes eliminaron su peligro. Por medio de una paciente selección y cruces neutralizaron su veneno y produjeron las raíces que, hoy en día, son un compendio de vitaminas.
Esta planta presenta unas hojas compuestas, y flores blancas y amarillas. La parte comestible es la raíz. Es muy carnosa, presenta un aspecto coniforme y de color anaranjado. Entre sus parientes se encuentran el apio, el nabo y el hinojo.
La zanahoria contiene un 20% de desperdicios, proteínas en un 1,5%, un 0,2% de grasa, 7,3% de azúcares y abundantes vitaminas. Predomina la de tipo A en forma de provitaminas, sólo igualada por las espinacas, y con casi el doble de cantidad que el perejil. Posee también hierro, potasio y calcio en niveles muy considerables y algo menos de fósforo. Aporta alrededor de 40 calorías por cada 100 gramos de alimento.
No te expongas si estás en un tratamiento con antibióticos, anticonceptivos o tranquilizantes; porque suelen producir manchas y pecas en la piel.
Es muy aconsejable beber dos litros de agua diarios.
Si el sol te ha producido quemaduras, toma una bolsita de te, humedécela y aplícala sobre las zonas más afectadas. Si lo prefieres, haz una pasta con bicarbonato y agua. Aplica esta mezcla antes de irte a dormir.