El precio además es increible: existen varios tipos de pases que te permiten elegir (dependiendo de la duración de tu estancia y de tus intereses) los museos que quieres ver.
En nuestro caso, elegí el pase de 3 dias que nos daba acceso a todos los museos.
Los dos más conocidos son el Neuen Museum y el museo de Pérgamo. Ambos son geniales tanto por las obras que se pueden ver como por la arquitectura de los propios museos.
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Por ejemplo, por los destrozos de la segunda Guerra Mundial, decidieron no reconstruir los edificios de la misma forma, sino con una mezcla moderna:
Otra cosa increible de los alemanes, es que ¡¡te ofrecen las audioguias de manera gratuita!! Das Auto!
Piedra, papel, tijera
No me voy a parar mucho con estos museos, porque son los imprescindibles.
Sin embargo, un poco a las afueras de Berlin, se sitúa el museo de ciencias naturales (soy una viciada de estos museos, puede que por la obsesión de mis profesores del colegio a llevarnos al Domus año si y año también).
Y como hacía mucho calor para estar por las calles y era gratis, allí nos fuimos.
Desde mi punto de vista, para ser un museo un poco olvidado por los turistas, no tiene nada que envidiar al de Londres.
Momento “Piecitos”
¡Pero lo que no me esperaba era una impresionante coleccion de taxidermia!
Sé que no esta bien matar animales para hacer esto, aunque en la época donde no había Wikipedia era muy importante para conocer las nuevas especies.
Albert Rivera después de un mitin
Además el museo cuenta con un apartado sobre la historia de la taxidermia. En ella cuentan como lo hacían en la antiguedad y como el proceso ha sido mejorado hasta nuestros días. En la actualidad, en el museo disecan los animales que mueren de causas naturales en el Zoo de Berlin.
La verdad es que con los animales no muy bien logrados nos echamos unas risas.
También cuenta con cientos de botes con animales marinos y fetos
Una de las cosas sorprendentes es que había varios talleres totalmente gratuitos para los niños, donde podían aprender como se trabaja en un laboratorio o como se hacen los descubrimientos arqueológicos. Tenían disponibles para los niños las batitas y los sombreros <3
Otro de los museos simpáticos es el de los videojuegos. (Aunque cuando yo he ido había varias maquinitas rotas).
Yo nunca he sido muy fan de jug ar pero la historia de cada uno me pareció muy interesante. ¡Por supuesto todas las máquinas y videojuegos del museo están a tu disposición para jugar!
(¡Incluso una que te daba descargas y latigazos si fallabas!)
Si has estado en Berlin… ¿qué museos te han gustado más?