El madrugón de hoy también fue considerable. Nuestro avión salía a las 08.00 y teniendo en cuenta la cantidad de tráfico de Yogyakarta preferimos salir con tiempo del hotel.
Hoy llegábamos al plato estrella del viaje: Bali.
Nada más salir del aeropuerto hay varios stands donde te ofrecen taxis, elegimos uno y pusimos rumbo a Ubud. El tráfico en Indonesia es tremendo así que tardamos dos horas en llegar.
El hotel elegido en Ubud fue el Pertiwi Bisma 1. Desde que vi esta piscina en Instagram supe que iría. Está muy bien situado, las habitaciones están bien y el personal es adorable, por no hablar de los pedazo desayunos... (creo que aún sueño con sus huevos benedict) así que recomendable cien por cien.
Nada más llegar hicimos el checkin pero como la habitación no estaba aún, fuimos a alquilar una moto para los seis días. La cogimos en la misma calle del hotel.
Como ya se nos hizo la hora de comer, decidimos comer en el hotel por no dar más vueltas.
Una vez nos dieron la habitación nos fuimos corriendo a la piscina, moríamos por verla!!!
Cuando llegamos no podíamos parar de alucinar. El color verde de los árboles es una maravilla y oír el sonido de los bichitos fue impresionante. Se respiraba paz.
Cuando empezó a anochecer volvimos a la habitación para prepararnos para cenar.
Cogimos la moto y fuimos a Jalan Goutama, una calle peatonal por las noches donde hay un montón de resturantes chulísimos.
Nuestra primera eleccion fue el Waroeng Bernadette.
Y así termina nuestro primer día de contacto en Bali. Mañana empezaremos a visitar templos y luegares de ensueño.
*El bañador es de Primark de temporada de verano.