Alexandra Zsigmond es una artista, curadora y directora de arte de Nueva York, originariamente de San Francisco. Tras licenciarse en filosofía y humanidades en la universidad de Stanford, se graduó en diseño en la Parsons School, escribiendo su tesis sobre la metáfora visual.
Reconocida con varios premios, ha trabajado como directora de arte en el periódico The New York Times en la sección de Opinión y Sunday Review de 2010 a 2017.
Actualmente, trabaja también como directora de arte freelance para el mismo diario, pero esta vez, encargándose de adaptar impresiones de alta calidad en glicée de ilustraciones editoriales al Times Store.
A continuación puedes ver la entrevista en formato vídeo.
Tu interés principal reside en el uso de la metáfora y el simbolismo en el arte visual, como una herramienta para transmitir ideas complejas y sacar a la luz los mundos abstractos de la mente, el pensamiento y la emoción. ¿Qué poder crees que tienen las ilustraciones?
Lo que más me gusta de la ilustración es que usa las metáforas visuales constantemente. A veces es un poco más sutil, otra veces, es más obvio que una ilustración usa metáforas, pero siempre tiene el poder de generar una reacción inmediata en las personas y de comunicar una idea.
¿Cual es el tema más difícil de ilustrar?
Uno de los más complicados es la Seguridad Social en Estados Unidos, es un tema muy abstracto y difícil de ilustrar. Asimismo, los temas relacionados con la raza, son temas muy sensibles y susceptibles de tratar.
¿Cuál es la parte más complicada de ser directora de arte?
Lo más difícil es ser diplomática en situaciones complicadas. Dado que tú eres la mediadora entre ilustradores, editores y todas las personas que trabajan en el equipo. Tienes que aprender realmente a cómo argumentar tus opiniones, pero de la forma más diplomática posible.
Los editores a veces tienen varias opiniones sobre la imagen y lo que les gustaría incorporar en la portada o en el interior. Paralelamente, el ilustrador también tendrá su idea sobre cuál la mejor imagen, que siempre será la más potente, y por su parte, el director de arte también tendrá su opinión. Potencialmente, todo el mundo llega a un acuerdo, pero el proceso no siempre es fácil. Lo más complicado será siempre llegar a un consenso en el que todos estén entusiasmados y felices de publicar esa ilustración.
Encontrar a un artista que case perfectamente el concepto con la ilustración no debe ser fácil. ¿Cómo es este proceso de selección de un ilustrador o ilustradora?
Normalmente, empiezo leyendo el artículo cuidadosamente e intento hacerme una idea de los conceptos esenciales y del tono de la pieza. Investigo mucho cada día para llegar a conocer a toda la comunidad de ilustradores y a los artistas que están trabajando. Tras ese proceso, trato de encajar una pieza con un ilustrador que sea capaz de comunicar el concepto correcto, el tono, el estilo y todos los matices de ese proyecto.
Gracias a la tecnología, tenemos muchos más recursos a nuestro alcance, por lo menos, más que hace una década.¿Crees que, como sociedad, somos más visuales que antes?
Pienso que sí, por eso soy optimista sobre el mundo de la ilustración y el papel de los ilustradores. A medida que vamos avanzando, cada vez más industrias y compañías están incorporando la ilustración porque entienden lo que es capaz de comunicar y cómo a la gente claramente le interesa y responde a ella.
A parte de tu colaboración actual con el The New York Times. ¿Tienes más proyectos entre manos?
¡Sí! Estoy enseñando y realizando workshops sobre ilustración editorial a estudiantes en escuelas e instituciones de arte y diseño alrededor de Europa, al mismo tiempo que estoy dando conferencias sobre dirección de arte en varios festivales. Este tour lo estoy realizando por once ciudades europeas.
De cara al año que viene quiero continuar como directora de arte freelance, pero manteniendo esto al mínimo, pues quiero invertir la mayor parte del próximo año en desarrollar mis propios proyectos artísticos y también, trabajar en un libro sobre la metáfora, la semiótica y la psicología.
¿Cuáles crees que son las principales diferencias en la dirección de arte en editorial y en publicidad?
Para mí, tras mi experiencia en editorial en el The New York Times, puedo decir que he tenido mucha libertad creativa que quizás no hubiera tenido en publicidad.
Creo que también, el deadline en editorial vence más rápido, pues hay muchos temas a tratar, teniendo en cuenta que los artículos que yo he estado comisionando eran muy amplios. Asimismo, en editorial, tienes la oportunidad de mostrar muchos más estilos de trabajo.
¿Cuáles son los temas con los que más te gusta trabajar? ¿Y con los que menos?
Los temas que más me gustan comisionar en ilustración son la psicología, la ciencia y la tecnología y los que menos, términos complicados relacionados con la economía, dado que no los acabo de entender.
Las redes sociales han tomado un papel protagonista, convirtiéndose en una de las mayores herramientas de comunicación. ¿Cómo crees que han cambiado la manera de concebir las ilustraciones?
Creo que es un fenómeno un poco peligroso. Actualmente, hay muchas más imágenes en movimiento, pues la animación se ha convertido en algo frecuente y, las redes sociales han propiciado este cambio de forma radical.
Las redes sociales son muy importantes para atraer lectores a la web, pero creo que es muy importante no curar imágenes sólo para ellas. Hay ciertas imágenes que funcionan muy bien en las redes: imágenes brillantes, que se mueven… Pero estos detalles no las convierten intrínsecamente en imágenes potentes. Por eso, creo que es bueno tener en cuenta las redes sociales, pero no crear expresamente para ellas.
Roman Muradov. Digital e impreso. Sunday Review, The New York Times. Varios artistas. Sunday Review, The New York Times. Damon Winter. Sunday Review, The New York Times. Santtu Mustonen. Sunday Review, The New York Times. Varios artistas. Sunday Review, The New York Times. Eijo Ojala. Sunday Review, The New York Times. Varios artistas, Sunday Review, The New York Times.