Cuando llega la temporada de navidad todos queremos bajar de peso para comer todo lo que se nos antoje en esa fecha, o cuando tenemos un evento especial como el cumpleaños de algún familia e incluso nuestro cumpleaños.
Estos son los alimentos que te hacen bajar rápido de peso:
Huevos
Los de ave forman parte de nuestra alimentación desde la Prehistoria, aunque las primeras recetas que lo incluían proceden de la Antigua Roma. En cuanto a su valor nutritivo, se trata de proteínas con un alto valor biológico, fósforo, grasas equilibradas, vitamina A, D y B12. En los años 70 se ganó una mala reputación injusta cuando algunos estudios científicos lo acusaron de ser el causante de los altos niveles de colesterol malo. De esa época procede la creencia de que lo saludable es tomar tres huevos como máximo a la semana En 1999, un estudio de la Universidad de Harvard lo indultó e indicó que incluso se podía tomar uno al día sin correr ningún riesgo.
Avena
Se han encontrado evidencias de su cultivo en Europa Central durante la Edad de Bronce. Es uno de los cereales más completos, ya que aporta energía, vitaminas E, B6 y B5, además de minerales como hierro, selenio, magnesio y cobre.
También es rica en fibra, aminoácidos esenciales y omega-6. Previene el hipotiroidismo y ayuda a disminuir el colesterol malo.
Atún
Su pesca está documentada desde la Antigua Grecia, y Aristóteles reflejó en sus escritos cómo era pescado por los fenicios, quienes lo comercializaban por el Mediterráneo.
Entre sus bondades están: su alto contenido en ácidos grasos poliinsaturados (AGP), omega-3, que disminuye los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre, y un gran aporte de vitaminas D (que favorece la absorción del calcio y la producción de enzimas en el hígado) y B.
Tomate
El fruto de la tomatera es de origen americano, exactamente de Perú, de donde procede su nombre azteca (tomat). Su introducción en Europa se produjo a través de México, aunque no se popularizó hasta el siglo XVIII.
La presencia de carotenos lo convierten en un importante antioxidante. También favorece la absorción de hierro y aumenta la resistencia ante las infecciones y otras enfermedades. Por último, su aporte de luteína y zeaxantina se asocia con la prevención de cataratas y de degeneración macular.
Ajo
Este alimento se incluyó en la alimentación de los obreros que construyeron las pirámides de Egipto, para darles energía. Y tan necesario lo creían que en el año 3500 a. C. la falta de existencias de ajo dio lugar a la primera huelga que se conoce en la historia.
Contiene yodo, fósforo, potasio y una gran variedad de vitaminas, como B6 y C. Por lo que posee virtudes antisépticas, anticancerígenas, antiinflamatorias, bactericidas, antivirales y antiparasitarias.
Apio
Ya los egipcios y los griegos lo utilizaban en sus mesas. Los romanos lo consumían en los banquetes funerarios y ponían manojos de apio en las tumbas como homenaje a los muertos.
Entre sus aportaciones destacan sus flavonoides de efecto antiinflamatorio, antibacteriano y vasodilatador. También es fuente de xantotoxina y bergapteno, claves en el tratamiento de enfermedades dermatológicas.
Papaya
Procede de México o de los Andes peruanos. Desde allí se extendió a los demás países tropicales y a partir de ahí, a Europa. Su principal componente, la papaína, es una enzima que deshace las proteínas de los alimentos, lo que la hace ideal para quienes tienen problemas digestivos tales como la gastritis, la hernia de hiato y la acidez.
Aguacate
Originario de México, Colombia y Venezuela, los antiguos aztecas lo llamaban ahuactl (testículo) por considerarlo afrodisíaco.
A pesar de su alto valor calórico, su consumo reduce los niveles de colesterol total y algunos de sus compuestos tienen propiedades antioxidantes. Su uso tópico se ha utilizado también en el tratamiento de la psoriasis con buenos resultados. Además, forma parte de los alimentos de la felicidad, es decir ricos en triptófano, que aumenta los niveles de serotonina de quien lo consume.
Pistachos
Los primeros fósiles del género Pistacia se encontraron en la isla de Madeira y datan de la era terciaria. Aunque los primeros cultivos del pistachero, la planta de la que se extrae este fruto, se hicieron en Oriente Medio. De hecho, el considerado el caviar de los pistachos procede de la región iraní de Khorasan, donde se cultiva desde el siglo II a. C. como un manjar reservado a la realeza. Después su cultivo se extendió a toda Europa, y a EEUU en 1930, que ahora se ha convertido en el principal productor.
Su consumo diario aporta una gran cantidad de fibra y energía, por su alto contenido calórico. También destaca su aporte en vitaminas, minerales y ácidos grasos, y su aporte de zinc y vitamina E contribuye a la buena salud del aparato reproductor. Hay estudios que aseguran que previene la diabetes, e incluso el estrés.
Cereales integrales
Ya en el Neolítico, hace unos 6.000 años, se cultivaba cebada, trigo y mijo. En la edad de Bronce se añadió la espelta, y en la de Hierro el centeno. Entre sus múltiples beneficios destaca su alto contenido en fibra y vitaminas del grupo B. También los hay con aportes extra de hierro, calcio e incluso magnesio.
Cebolla
Su origen no se conoce con exactitud. Aunque sí se han encontrado evidencias de su cultivo en Asia Central en
3200 a. C.
Destaca como fuente de potasio, calcio, hierro, magnesio y fósforo. Según algunos estudios, sus compuestos sulfurados protegen incluso frente al cáncer de esófago y de estómago. Por ultimo, es importante destacar su abundancia en quercetina, un potente antioxidante que previene el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Yogur
Los tracios, que vivían en la Bulgaria actual en 6000 a. C, ya hacían yogures.
Es rico en calcio, fósforo, vitaminas del grupo B y se sabe que las bacterias que viven en él contribuyen a equilibrar la flora bacteriana del intestino y a potenciar el sistema inmunitario para luchar contra las infecciones.