Contrario a muchas de las películas de Disney, que muchas veces cuentan con una fórmula entretenida que termina por seducirnos, esta película falla en la historia que termina por ser enredada.
En la mayoría de los casos, las películas de esta compañía cumplen con su objetivo: ser un terrón de azucar en la boca y brindar, al menos, un llamativo (y costoso) despliegue de elementos visuales y un poco de entretenimiento; pero no es el caso de El Cascanueces y los cuatro reinos, en donde el argumento es inversamente proporcional a la belleza de la técnica.
El Cascanueces y los cuatro reinos nos cuenta la historia de Clara (Mackenzie Foy), una adolescente que recibe un regalo de su madre muerta. El obsequio es un huevo clausurado con una cerradura de tambor que sólo abre con una llave. La madre le deja un mensaje: "lo que necesitas está en el interior".
Así que Clara tiene una misión ahora: buscar la llave para abrir el huevo. Para esto, debe asistir a una fiesta de Navidad con su padre, en ella encuentra a una especie de hada madrina, encarnada, sí aunque suene raro, por Morgan Freeman. Él le da acceso a Clara a un mundo paralelo, donde ella deberá recuperar la llave.
Ya dentro de este mundo de fantasía azucarada, Clara conocerá a un soldado de nombre Phillip (Jayden Fowora Knight), que será su compañero de aventuras en esta otra dimensión compuesta de cuatro reinos. Allí Clara conoce a los líderes de los reinos: Hawthorne, el rey del Reino de Flores (Eugenio Derbez), Shiver el rey de la Tierra de los Copos de Nieve (Richard E Grant) y Sugar Plum la reina de la Tierra de los Dulces (Keira Knightley).
Clara se entera que su madre era la líder de uno de estos reinos, y que por alguna extraña razón, todos los demás reyes están peleados. Así que su misión se complica, pues ahora tiene que: reconciliar a los reinos, recuperar la llave y volver a la fiesta de Navidad para bailar con su papá.
Dirigida por dirigida por Lasse Hallström y Joe Johnson, El Cascanueces y los cuatro reinos no es más que una extraño revoltijo entre Alicia en el País de las Maravillas y Charlie y la Fábrica de Chocolate, sólo que con una narrativa dolorosamente lenta.
Las actuaciones desmesuradas de Keira Knightley, Helen Mirren y Eugenio Derbez llegan a ser una descortesía para la inteligencia de los niños.
Sin embargo, hay aspectos que resaltan en la cinta para bien: el carisma y entusiasmo de McKenzie Foy; los efectos visuales, las secuencias de ballet musicalizadas con Tchaikovsky; el impresionante diseño de producción, el vestuario y el maquillaje.
Sin duda, El Cascanueces y los cuatro reinos podrá obtener nominaciones en premios en las categorías técnicas, pero falla en tener alma y entretener. De tal modo que sus 99 minutos de duración se convierten en un lento suplicio para niños y adultos.
Su estreno en salas comerciales en México será este viernes 2 de noviembre.
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