Por este motivo, despedimos el 2016 con una propuesta sorprendente, un viaje a lo desconocido, para alojarnos en un hotel apto sólo para los más intrépidos, para aquellos que no sufren con las bajas temperaturas: el White Desert.
En un antiguo campamento levantado hace 10 años en la Tierra de la Reina Maud, situado sobre el océano Antártico, en la Antártida Oriental, encontramos White Desert, un singular complejo hotelero de lujo, formado por seis cabinas de fibra de vidrio, diseñadas a modo de iglú.
White Desert propone escapadas cargadas de aventura, entre colonias de pingüinos emperadores, para los amantes de la nieve y todos los deportes que se pueden realizar en este tipo de ambientes helados. Sin duda, los intrépidos viajeros disfrutarán de cada una de las propuestas que se ofrecen, para relajarse posteriormente en los modernos iglús, decorados con todas las comodidades y detalles posibles, entre los que destaca el mobiliario diseñado por el genial arquitecto estadounidense de origen finés Eero Saarinen, para completar una escapada inolvidable, en interiores confortables y con estilo inigualable.
Un hotel de 5 estrellas impactante y exclusivo que presume de convertirse en una construcción respetuosa con el medio ambiente y el entorno, ya que las distintas cabinas se encuentran ancladas con fijaciones que permiten un rápido desmontaje. Porque en White Desert, promueven un estilo de vida en el que el contacto con la naturaleza y el paisaje es sagrado e intocable.
Con este último Hotel, queremos despedir este maravilloso 2016, que nos ha permitido vivir y disfrutar de experiencias únicas e irrepetibles y o invitamos a seguir junto a nosotros durante muchos, muchos años más.
¡Feliz año nuevo!!
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