Ahora bien, ¿Cómo viajar? ¿Solo o acompañado?
Entérate de las ventajas de ambas opciones.
Ventajas de viajar solo
Aprendes a salir de tu zona de confort.
Cuando viajas solo, no tienes de otra que enfrentar los retos a fin de cumplir tu objetivo de expandir horizontes, por ejemplo, algunas de las pruebas más difíciles, podrían ser llegar a un sitio desconocido contando únicamente con un mapa o adaptarte a culturas a las que no estás acostumbrado.
Sin embargo, a medida que pasan los días, los sucesos que solías llamar desafíos se van volviendo parte de tu cotidianidad y al final terminas desenvolviéndote con tanta soltura en el nuevo entorno tal y como lo harías en tu propio hogar.
Conoces mucha gente interesante.
Viajar solo no significa que andarás aislado, a tu alrededor habrá mucha gente a la que podrás tratar y conocer, bien sea para pedir una consulta o para solicitar algún servicio, incluso te encontrarás con otros viajeros que al igual que tú, viajan para obtener perspectivas nuevas.
No tengas miedo de iniciar una conversación con una persona del lugar, te sorprenderá la cantidad de cosas que puedes aprender sobre su cultura, su pasado, sus vivencias, además siempre hay lugar para amigos nuevos.
La soledad permite conocerte mejor.
Como viajas solo, puedes darte la oportunidad de reflexionar en tu vida, pensar en aquello que has logrado ya, en las metas que aún tienes por cumplir y en las lecciones que te dejaron los errores cometidos.
Además, notaras que la mayoría de los límites que tuviste en el pasado, fueron autoimpuestas por ti, pero también te darás cuenta de que los fuiste superando de a poco; en otras palabras, llegarás al punto, en el que te sorprenderá saber de que la persona que eres hoy, es capaz de dar más de lo que te imaginas.
En conclusión, realizar un viaje únicamente con el “yo interno” resultará ser el momento más enriquecedor que podrás tener en tu vida.
Planificación adaptada a tu propio estilo.
Harás las cosas a tu manera, dónde quieras y en el momento que prefieras; es decir, escoger la comida, el alojamiento o el evento cultural al que asistir, no se verán influenciadas por gustos ajenos, sino que tú mismo independientemente satisfarás tus deseos y hará que el viaje sea más placentero.
Solo tú te enterarás si fallaste.
Si no llegas a tiempo para comprar el ticket del tren, si el hotel en el que te alojas no tiene todas las comodidades que esperabas o si la comida no resultó tan buena, no tienes de que preocuparte, porque la única persona afectada has sido tú, y tú mismo puedes perdonarte por ello, puedes decirte a ti mismo “no pasa nada, aún hay mucho por recorrer y las experiencias vividas superan por mucho los inconvenientes”.
Tienes la oportunidad de aprovechar cada minuto.
Cada minuto cuenta y el hecho de estar solo te permite aprovecharlo al máximo, pues no tendrás que esperar a que nadie termine de arreglarse para ir al lugar donde quieres.
Al ir a tu ritmo por el camino, recorrerás más y apreciarás más la belleza del lugar.
Ventajas de viajar acompañado
El sentido de seguridad es inigualable.
El contar con la compañía de tu pareja, familiar o amigo, en un lugar lejos de tu hogar te aporta la seguridad de tener con quien contar cuando tengas un problema, en caso de que enfermes o simplemente para que te dé el empujón que necesitas para continuar. Además, que el complementarse uno al otro por las cualidades y puntos de vista de cada uno, aporta mucho aprendizaje al viaje.
La responsabilidad de tomar decisiones se comparte.
Mientras viajas, notarás que son muchas las decisiones que se deben tomar. Que sitios visitar, que transporte usar, a qué hora es más conveniente salir, donde almorzar, todo ello puede resultar más llevadero cuando tú y tu acompañante se turnan para tomar una decisión.
Sin embargo, es importante ser tolerante, pues puede suceder que lo que la otra persona elija no es lo que tu deseas, en este punto podrías optar por informarle con tacto tu preferencia o aprender a disfrutar de cosas que no solías hacer antes.
Los gastos compartidos protegen tu bolsillo.
Resulta mucho más económico viajar acompañado, pues se da la oportunidad de dividir los gastos, y es que, no es lo mismo solicitar una habitación individual que pagar por una habitación doble, o en caso de que quieran cocinar su propia comida, al comprar juntos los ingredientes te ahorrarás unos cuantos dólares.
Nada como tener con quien compartir lo vivido.
Pasar la noche en vela hablando de todo lo que han vivido durante el día, contarse aquellos momentos cautivadores y conversar durante horas sobre cómo viajar les cambió la visión que tenían del mundo, es lo más grato de estar acompañado mientras recorres lugares nuevos.
No hay tiempo para aburrimiento.
La cola para comprar el pasaje, esperar que te sirvan la comida en el restaurante o el retraso del transporte, podrían ser momentos muertos en los que el aburrimiento entra en tu mente cuando estás solo, pero cuando tienes a alguien a tu lado, puedes pasar el tiempo sencillamente platicando, y estarás tan entretenido que las horas pasarán sin que te des cuenta. Además, las salidas nocturnas en un lugar que no conoces se disfrutan más estando acompañado.
Se estrechan lazos y se vuelven más duraderos.
Puede darse el caso, de que durante la estadía surjan roces o desacuerdos; sin embargo, si la amistad o relación es sincera, pasarán por alto los malos ratos y su unión se fortaecerá.
Y a ti ¿cómo te apetece viajar?, cuéntanos como sueles viajar y por qué, abajo en los comentarios.
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