Esto con el fin de avanzar hacia una economía circular bajo el concepto de zero waste, y dando como resultado el programa Urban Waste.
Urban Waste, según su página web, busca desarrollar iniciativas ecológicas y sensitivas al género para prevenir la generación de desechos y mejorar el manejo de los que se produzcan en ciudades con alta afluencia de turistas.
Las estrategias se encaminan a reintroducir los residuos como un recurso en el metabolismo urbano y enfocando esto como una parte esencial del desarrollo urbano.
El turismo es una parte esencial de la estrategia debido a su potencial impacto cuando se vuelve masivo.
“El turismo tiene un importante impacto socio-económico, pero también consecuencias negativas debido a un consumo no sustentable”, explicó Michelle Perello, gerente del proyecto, en la conferencia donde presentó Urban Waste.
Además, se trata de la tercera industria mas importante en la Unión Europea, y una que está estrechamente ligada a la cultura, la gastronomía y el deporte, por lo que puede influir positivamente en todas ellas.
Lamentablemente, al igual que ocurre con el consumo de agua, un turista suele producir muchos mas desechos que los que produce el habitante de una ciudad.
Esto se debe en parte a que no todo el que recorre el mundo es un viajero responsable, y a que estas personas no son conscientes del peso de sus acciones al no quedarse a vivir sus consecuencias.
Las temporadas altas y bajas que experimentan varios destinos, también representan un reto para el manejo de la basura, pues estas pueden llevar a que los servicios urbanos se vean rebasados.
Las 26 ciudades turísticas que se han unido al proyecto Urban Waste se reparten por toda la Unión Europea.
Estas van desde Lanzarote en las Islas Canarias de España (ya en continente africano) a Copenague, capital de Dinamarca al norte.
También incluyen a Santander, Tenerife, Florencia, Brujas, Cracovia, Dubrovnik, Nicosia, Siracusa, Ponta Delgada, Lisboa, Córcega y la Costa Azul de Francia y Kavala en Grecia.
Todas estas ciudades intercambiarán experiencias y diseñarán estrategias que puedan adaptarse a las características particulares de cada sitio.
Se apoyará el turismo aumentando la belleza de los lugares, y la economía con la generación de nuevos empleos verdes.
Se buscará impulsar la participación de autoridades y ciudadanos en la búsqueda de soluciones.
Finalmente, se premiarán las mejores prácticas para reconocer a aquellas ciudades que logren los mayores avances a la hora de promover este turismo sostenible.
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