© Texto y fotografías: JAVIER PRIETO GALLEGO
Se dice de los monasterios que son o fueron “refugios de espiritualidad”, oasis en los que poder saciar, o al menos paliar, una sed imposible de apagar solo con agua. El lugar donde los “llamados” acaban encontrando su lugar en el mundo: cerca de Dios pero no tan alejados de todo lo demás como para no saber lo que pasa más allá de los muros.
En otros tiempos, además de todo eso fueron también importantes centros de poder. Y también del saber. Aquellos refugios de espiritualidad poseyeron importantes bibliotecas cuando apenas nadie sabía leer, impulsaban la creación artística, introducían los nuevos estilos arquitectónicos a las obras que constantemente realizaban en sus conventos y, siglo tras siglo, iban acumulando posesiones y agrandando dominios. El fin de todo aquello para muchos llegó en 1836 con las Desamortizaciones del ministro Mendizábal. Algunos desaparecieron para siempre aunque otros consiguieron sobrevivir al desastre o rehacer su vida conventual al cabo de los años. De algunos solo perduró la iglesia y de otros apenas cuatro piedras o una referencia en la historia.
Una pequeña prueba de la importancia de la provincia de Palencia en la Edad Media es la abultada relación de monasterios que prosperaron en sus límites. De norte a sur y de este a oeste se desarrollaron notables comunidades religiosas que destacaron en el ámbito espiritual, artístico, intelectual y económico.
Estas son algunas sugerencias para quien desee hacer ese viaje en el tiempo, un viaje de monasterios, espiritualidad y descubrimientos.
01 – SANTA MARÍA LA REAL, Aguilar de Campoo.
El monasterio aparece citado ya en documentos del siglo XI, lo que retrotrae su existencia casi hasta los mismos orígenes de la población medieval. Aunque no fueron los primeros monjes en ocuparlo, los premostratenses fueron quienes, por voluntad del rey Alfonso VIII, vinieron a habitarlo en el siglo XII y moraron en él hasta la expulsión forzosa a la que les obligó la Desamortización de 1835. Después de esto, lo consabido: primero el abandono, luego la ruina y más tarde el expolio. En 1871, tras haber sido declarado Monumento Nacional en 1866 ?o tal vez por ello- los 23 capiteles más valiosos del claustro y de la iglesia abandonan sus lugares de origen para viajar hasta el Museo Arqueológico Nacional. Uno de ellos proseguiría viaje, en 1932, hasta recalar en el Fogg Art Museum de la universidad de Harvard.
Lo que de verdad sorprende en este caso es que mucho, mucho después, en 1978, cuando todo el complejo era una pura ruina descarnada y hueca el entusiasmo de un grupo de amantes incondicionales del patrimonio puso en pie la primera restauración del monasterio y, a la postre, las primeras piedras de la Fundación Santa María la Real y el Centro de Estudios del Románico. Aquel empeño hizo posible también alojar en él un instituto de enseñanza. Hoy es uno los puntos de arranque más habituales de quienes se recorren las rutas del Románico Montañés, que tiene en Aguilar de Campoo uno de sus trampolines. El centro expositivo ROM, Románico y Territorio, ubicado en la sacristía y la iglesia propone un original viaje al románico más cercano. Después queda recorrer el claustro, construido al más puro estilo cisterciense, en el siglo XIII, y detenerse en la sala capitular, rehecha por los premostratenses en 1209. Información: Monasterio Sta. Mª La Real y Museo ROM (Románico y Territorio), tel. 979 12 30 53 ? 616 994 651.Web, www.santamarialareal.org
02. SANTA CLARA, Astudillo.
Dice la leyenda que todo comenzó con el paso por las campiñas castellanas del rey y sus caballeros hacia Asturias. Parece ser que es así como Mari Díaz, María de Padilla, tuvo un encontronazo de amor con el rey Pedro I y ya no levantó cabeza. María de Padilla se convirtió, siempre a su pesar, en la amante consentida del rey mientras este iba y venía entre batalla y batalla o entre matrimonio y matrimonio. El caso es que para mitigar esperas María de Padilla comenzó por fundar un convento y luego por construirse un palacio, con subterráneos y todo. Aquel convento y ese palacio son hoy un magnífico museo lleno de artesonados y valiosas piezas que enseñan con gran devoción y mucha gracia las hermanas que lo tienen a su cargo. Información: tel. 979 82 21 34.
03. SAN ZOILO, Carrión de los Condes.
Puede que no haya una prueba más dura para un peregrino de camino a Santiago que pasar una sola noche en las habitaciones del complejo hotelero que acoge actualmente las instalaciones del monasterio y no querer quedarse para siempre. Si a la mañana siguiente se pone otra vez las botas y se echa andar como si tal cosa habrá superado la prueba, aunque lo más normal es que se vuelvan un mundo las asperezas del camino después de haber gozado las delicadezas de esta hospedería. Cuando la Corte de Castilla residía en Carrión de los Condes este monasterio fue aposento de reyes y refugio y hospital de peregrinos. Su claustro es uno de los más valiosos del Renacimiento español y la última gran obra benedictina en toda Europa: un prodigio de arcadas, claves, esculturas, medallones y arcos elaborados por el arquitecto Juan de Badajoz el Mozo. Información: tel. 979 88 00 49. Web, www.sanzoilo.com.
04. SANTA CLARA, Carrión de los Condes.
El Real Convento de las Clarisas, del siglo XIII, es uno de los más antiguos de clarisas en España. Se accede desde el bello Patio de las Claras, donde está su museo. Éste muestra grandes artesonados mudéjares y una talla flamenca del siglo XV entre un sin fin de obras. La iglesia conventual cobija la magnífica talla de La Piedad de Gregorio Fernández. Información: tel. 979 88 01 34.
05. SAN ISIDRO, Dueñas.
Este monasterio, conocido también como de La Trapa, antaño fue popular por su vinculación a la fabricación de chocolates. Nada más parecido a un oasis que este viejo monasterio trapense, cercado por la modernidad en forma de gruesa autovía y frecuentada vía de tren. La primera cita del monasterio se tiene en el siglo X. Desde entonces, y como es lógico con el correr de tantos siglos, el convento pasó por momentos de mayor y menor influencia hasta que la desamortización de 1835 provocó su abandono. Cincuenta y seis años después volvió a ser ocupado por los Cistercienses de la Estrecha Observancia, sus actuales regidores. En la historia del monasterio se registraron dos importantes incendios, uno en el siglo XIV y otro en 1604 que lo destruyó por completo. Sus características arquitectónicas no son uniformes debido a la sucesión de reformas y el acontecer del paso del tiempo, destacando su iglesia, fachada románica y el patio de estilo herreriano. Resulta delicioso escuchar cada tarde las celebraciones cantadas en gregoriano por los monjes. Información: tel. 979 77 07 01. Web, www.abadiasanisidro.es.
06. ABADÍA DE SAN ANDRÉS DE ARROYO, San Andrés de Arroyo.
La fundación de este cenobio se remonta al final del siglo XII y principios del XIII. En lo artístico, se convierte enseguida en un influyente foco de cuyas hechuras se contagiaron no pocos edificios religiosos del entorno. Su rincón más sobresaliente es su maravilloso claustro. Viendo la maestría con la que se trazó no extraña que sus artífices fueran inmediatamente reclamados para trabajar en todas partes, ni que sus formas se convirtieran en modelo de imitación. De entre sus columnas y capiteles, todos ellos con motivos vegetales, sobresale la del ángulo suroriental. Otro rincón de interés es la Sala Capitular, de bella factura. Alberga dos sarcófagos, el de doña Mencía y otra abadesa, además de una bella imagen románica de San Andrés, cuyo hallazgo en el siglo XII, en el cercano arroyo, justificó la ubicación del monasterio. Información: tel. 979 14 20 03. Web, www.sanandresdearroyo.es.
Y tú, ¿qué otros monasterios conoces? ¿alguna recomendación?
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