Cómo y cuándo nace el proyecto de tu blog de fotos?
Surgió como un paso lógico cuando empezaron a nacer las redes sociales. Estudié Comunicación y Fotografía, así que experimentar con distintas formas de comunicar mi pasión fue algo natural en mí. Siempre me gustó mucho la tecnología y buscaba formas de poder mostrar mis fotos. Cuando empezaba el mundo 2.0 tuve mi galería de imágenes en los Msn Spaces hasta que dejaron de existir, luego surgió Facebook y con él las páginas, así que me armé una que hoy es mi vidriera principal y un tiempito después me armé mi propio blog en wordpress.
Qué lugares has tenido la oportunidad de conocer y porqué los elegiste?
Viajo desde muy chica, con mi familia, con mi colegio y cuando fui mayor de edad empecé a viajar sola, con amigos y con pareja. Viajar me llena el alma y siempre busco conocer lugares nuevos. Conocí Uruguay, Francia, Italia, Austria, Suiza, Estados Unidos y Canadá con mi familia. Y por mi cuenta elegí conocer gran parte de Argentina, Perú, Bolivia, Chile, Brasil, México, Londres, Australia, Nueva Zelanda, Tailandia, Israel, Jordania, Turquía y Egipto. Amo conocer la cultura de los países y me atrae muchísimo lo que son ruinas arqueológicas y lo que es patrimonio de la humanidad. Me gustan los lugares exóticos, la naturaleza, los deportes de aventura, andar por aire, tierra y agua, caminar mucho y por supuesto sacar muchas fotos.
Qué expectativas representa dejar tu país de origen y lanzarte trabajar en otro país?
Es un pendiente que tengo. En algún momento me gustaría estar unos meses trabajando en otro país, para poder conocer desde adentro la cultura de un lugar. Como viajero de paso, no llegas a profundizar en la gente y las costumbres y vivir un tiempo en otro lugar creo que puede ser muy enriquecedor.
Qué cosas no puede faltar en un viaje y recomiendas llevar en la maleta o mochila?
Naturaleza y cultura son los dos ejes en mis viajes. Somos seres que en su origen teníamos una conexión mucho más cercana con la naturaleza, creo que es necesario salir del cemento y tener contacto con la tierra, los ríos, las montañas, el mar. Para mí es alimento para el espíritu. Y poder vivir y experimentar otra cultura es el mejor aprendizaje que se puede tener.
En la mochila, ropa cómoda, un buen par de botas de trekking para caminar, abrigo, una campera impermeable y un botiquín con cosas de higiene y medicamentos básicos. De equipaje de mano va el equipo fotográfico Nikon, que cuando viajo es una extensión de mí, me acompaña en todo momento y un celular para comunicarme y poder compartir fotos del viaje en mis redes sociales. Viajo sin computadora, la edición de fotos de la réflex y de videos la hago tranquila en mi casa. Incorporé recientemente una GoPro a mi equipo y estoy experimentando con ella, para deportes y actividades con agua es ideal.
Preferís viajar por tierra, por agua, por aire? O cada uno tiene algo en particular?
¡Me gusta viajar de todas las formas! Soy muy aventurera y me gusta probar. He viajado en avión, avioneta, barco, camioneta, auto, tren, bus, camello y elefante. Cada medio tiene su encanto, el tren por ejemplo te permite disfrutar el paisaje sin tener que estar pendiente de la ruta, fui en tren desde Buenos Aires a Tucumán, un viaje muy tranquilo y económico para llegar al norte de Argentina. El auto te da mucha libertad para parar si ves algo que te llama la atención y viajar a la velocidad que prefieras. Recorrí la Patagonia argentina en auto, dejándome llevar por los caminos y descubriendo lugares, una experiencia hermosa. Volar es fascinante y te permite llegar rápido a los lugares y en algunas ocasiones te permite conocer cosas que desde la tierra no se ven, por ejemplo las líneas de Nasca en Perú, una experiencia que recomiendo especialmente. E ir en barco y estar rodeado de agua es amansador, por ejemplo, hice el crucero por el río Nilo en Egipto de tres días, desde donde ves la actividad rural de toda la franja verde fértil a orillas del río y más allá el amarillo del desierto.
Qué lugares hasta el momento te han sorprendido sobremanera y recomendarías?
Todo este mundo me asombra y lo encuentro increíblemente bello. Creo que cada país tiene su perla. Mi país, Argentina, tiene lugares que son de ensueño. El Parque Nacional Talampaya, las cataratas del Iguazú, el Glaciar Perito Moreno, Bariloche y alrededores, el cerro Fitz Roy, la ciudad de Ushuaia y todo su entorno natural, todo el noroeste del país, la ruta 40 en toda su extensión, por nombrar algunos. Del extranjero, tengo 4 ciudades favoritas: París, Londres, Sidney y Estambul, cada una magnética y hermosa. Me fascinó Petra en Jordania, es un lugar que recomiendo sin dudas, una ciudad de piedra rosa en medio del desierto, escenario de una de las películas de Indiana Jones. La ciudad de Jerusalén te deja sin palabras, crisol de 4 religiones y siglos de historias de conquistas. Caminas por los callejones de la ciudad vieja y te sientes en otro tiempo, cada rincón es cinematográfico. Para naturaleza, además de Argentina, recomiendo Torres del Paine en Chile, Nueva Zelanda y los parques nacionales Banff y Jasper en Canadá. En México, Palenque y San Cristóbal de las casas me gustaron muchísimo. Las playas de Yucatán en México, las Whitsunday islands en Australia y las del sur de Tailandia. El salar de Uyuni en Bolivia es un espectáculo. Y no puedo dejar de mencionar Machu Picchu, destino al que todo viajero debe ir por lo menos una vez en la vida. Se me cayeron lágrimas de emoción cuando pisé ese lugar por primera vez y tuve la dicha de volver una segunda vez.
Dónde o cómo nació el espíritu viajero y por la fotografía?
Vengo de una familia de viajeros. Mi abuelo, a quien admiro y extraño, fue mi modelo de viajero y aventurero. Viajó por 100 países, era pescador, y escribió libros de viajes y pesca. Mis padres también son muy viajeros y desde niña me inculcaron esta pasión: mi primer viaje fue a Francia a los 2 años, por supuesto no me acuerdo de casi nada, pero tengo una fascinación por los castillos medievales que imagino que viene de aquél primer viaje. La fotografía me llega por mi madre, que es profesora de historia del arte y me enseñó a mirar. Ella siempre viajó con la réflex para documentar todo para sus clases de arte y me crié viéndola sacar fotos. Mi primera cámara de fotos fue regalo de los reyes magos a mis 10 años y desde ahí nunca dejé de fotografiar.
Qué te gustaría decir respecto a otras personas que aún no se animan a salir de su zona de confort
A quienes no se animan a salir de su zona de confort y viajar, les digo que lo más difícil es dar el primer paso y que hay que darlo sin vueltas y sin pensar tanto. Viajar es una de las cosas que más felicidad puede dar a una persona. En mi caso, muchos de los momentos más felices de mi vida los tuve viajando. Tus sentidos se abren y te conectas más con todo. La belleza de estar conectado con lo extranjero es que te mantienes alerta y nada se da por sentado y por ende recuperas la capacidad de asombro que en la rutina diaria de la ciudad pierdes El mundo es muy amistoso y está lleno de gente buena que va a querer ayudarte y no lastimarte. Las personas que conoces en los viajes crean el paraíso a tu alrededor. Los caminos te enseñan y te muestran el rumbo a cada paso. Hay que viajar lento, frenar, observar, sonreír y confiar en tu instinto.
Sobre tus sueños: algo que anheles mucho.
Tengo muchísimos sueños y voy cumpliendo varios de ellos. Pero en mi lista de prioridades estaría: tener una casa rodante y recorrer América en varios meses. Sueño con estar en Uluru, la roca sagrada que está en el centro de Australia, un pendiente que me quedó de cuando fui. Sueño con ir a Hobbiton en Nueva Zelanda, con conocer la Isla de Pascua, la India, todo Gran Bretaña y con hacer un safari por los países del sur de África.
-De tu infancia: qué recuerdos te vienen a la memoria en tu casa, cuando jugabas, tus amigos, tu lugar, viajes, tu familia, etc.
Era una nena muy observadora, tranquila, que absorbía todo lo que veía y experimentaba. Amaba estar al aire libre. De los recuerdos más lindos que tengo son del campo que mi abuelo tenía en las sierras de Córdoba y donde pasaba las tardes a caballo, cruzando ríos, arriando ganado, juntando frutillas y frambuesas o viendo como mi abuelo pescaba truchas.
De tu vejez: dónde te ves, haciendo qué y cómo te gustaría que fuese.
Sinceramente no lo sé… Siempre que me preguntaron cómo te ves en 5 o 10 años, la realidad nunca coincidió con lo que contesté. La vida es hermosa y te sorprende a cada vuelta de esquina. Sólo espero haber viajado mucho más, estar más cerca de la naturaleza y mirar hacia atrás y poder afirmar: ¡Qué linda vida viví!
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