Pues aquí estamos de nuevo con otro delirante episodio de The Flash donde esta vez la amenaza es una meta-humana llamada Búfalo Negro con el poder de dar vida a objetos inanimados y además nos encontramos con la llamada Mesa de los Wells formada por los más brillantes Wells del multiverso.
Pero eso no es todo, porque por lo visto el villano de esta temporada Clifford De Voe lo tiene todo tan sumamente calculado, que es incluso capaz de predecir el futuro mediante fórmulas matemáticas de modo que pueda llegar a anticiparse a nuestro equipo de velocistas...o eso se piensa.
El episodio sin ser de los mejores, sí nos ha dejado escenas muy notables, en cuanto a los FX se refiere, sobre todo aquella en la que Búfalo Negro da vida a un dinosaurio, al cual Ralph debe reducir al más puro estilo Mr Fantástico o aquella en la que se nos presentan a tres Wells de diferentes Tierras y donde podemos ver la versatilidad como actor de Tom Cavanagh, aunque me hubiese gustado ver su parodia de Gandalf el Gris, o bueno, como nos aparece en el episodio Wells el Gris.
Y me quedo sobre todo con el final: los Wells han conseguido hallar un algorritmo similar al que usa De Voe y dan con el nombre completo y la ubicación exacta del villano, pero cuando llegan a su guarida, lo que encuentran es una apacible casa típicamente americana, con su jardincillo y su bandera y para su sorpresa (para ellos, no para los dos villanos que ya sabían de la llegada de nuestro equipo), lo que se encuentran es a una mujer y a su esposo postrado en la silla de ruedas (sí es Clifford De Voe, pero maquillado de modo que parezca más amistoso de lo que es).
¿Qué nos deparará esta visita? La semana que viene la respuesta.
Nota DVAS: 7/10