Bueno aquí como veis todavía podemos seguir aprovechando los dominguillos playeros,
pero como ya va tocando ponerse las pilas y trabajar un rato allá que me hice una foto mientras paseaba con mi hijo (que llevaba pegada arena, como para tres sacos de cemento) para irme despidiendo de la playita, y para un "moodboard" que quería hacer.
Así que yo que no me había hecho nunca un Selfie me aventuré y no solo salí yo ,
medianamente bien (podía haber ocupado todo el plano con mi careto, que rechoncho es, para chupar plano sin perseguirlo) , sino que se ve el mar de fondo...Y....Oh my God! ¿me ha salido el mar recto, o es solo un sueño?
Tendré "tropecientas" mil fotos de la playa y el mar, y cuanto mas intento que me salga recto "más se derrama" para un lado o para otro.
Y esta foto lanzada al tuntum, va y me sale encantadoramente bien.
Lo cual nos da la razón cuando pensamos, que a veces las cosas cuanto más se planifiquen peor salen.
Siempre es necesari@ un programa, una preparación , pero a veces queremos que todo salga tan perfecto que o no acabamos de hacerlo y nos perdemos en el proyecto, por eso dentro de unos objetivos y una planificación ( más que necesarios y justificados) yo abogo también por la improvisación, adaptación y reorganización in situ, eso es mágico, ya que si no te bloqueas e intentas resolver, los resultados pueden ser sorprendentemente buenos y creativos...o no!
Pero siempre será mejor que no empezar nunca a hacer nada, por miedo a meter la pata.
Y ahora que la miro más detenidamente...¿no parece que ha salido el mar abombado?