Siempre se ha dicho eso de Nunca te acostarás sin saber algo más, o nunca te acostarás sin haber aprendido algo nuevo.
Sin embargo a mi cada día me cuesta más trabajo creerlo.
Si los seres humanos seguimos empeñados en continuar por el camino que vamos, me parece a mi que vamos a aprender ya poco.
Nos veo como en las clases de conducir, parece que hemos aprobado la parte teórica, y ahora que toca poner en marcha el coche y aplicar lo aprendido vamos de cabeza a estrellarnos.
Pero directos, oiga, sin miramientos ni cinturón de seguridad.
Me da la sensación que se ha llegado a un punto de conocimiento álgido, si, es posible, pero tan mal, tan mal gestionado y aprovechado que justo ha entrado en retroceso.
Me recuerda a la escena del Titanic, ( el de Dicaprio ) donde se ven las salas de máquinas dispuestas a dar contramarcha.
Todo un caos, gritos, las calderas por un lado, las gélidas aguas entrando por otro. Desconcierto, incertidumbre y temor.
¿Quien se iba a imaginar a Donald Trump presidiendo los Estados Unidos y con los códigos nucleares en su poder?
¿Quien se iba a imaginar que pudieran estar bien avenidas EEUU y Rusia?
Quizás Nostradamus se equivocara y no fuera a venir un Anticristo, sino dos juntos.
¿En que cabeza cabe?
Pues parece que en muchas. En demasiadas.
No en todas, claro está, pero como lo incoherente nos regenta por costumbre, aquí tenemos el ejemplo que una vez más los sistemas electorales, las leyes, normas, y todo nuestro sistema se burla de lo que la mayoría de personas piensen u opinen.
Cada día somos más incomprensibles y extraños, nos va a resultar imposible encontrar una taxonomía que nos sirva, salvo la de los más lelos del planeta, que muerden la mano que les da de comer.
En fin toda esta parrafada es porque aunque no está el horno para bollos, quizás con la ayuda de Luis Armstrong podamos dejar volar la imaginación por unos minutos y entrar en calma, o sino en deleite al escuchar su voz.
Ahí os dejo su conocida canción, en versión original y alguna otra más de esas que me encuentro por la red.
Aquí con Rod Stewart
Israel Kamakawiwo
Aquí la Orquesta Filarmónica de Malasia. No se quien es el trompetista, pero es un fenómeno, no dejéis de verlo. Bueno escucharlo porque tambien es el que nos canta la versión a partir del minuto 4.
Y el compañero de arriba me ha dejado con ganas de trompeta, ahí os pongo el broche con la versión de Nelson Gomez.
Preciosa.
Espero que estos minutos de música os hayan servido para distraeros un rato, y que os hayan gustado.
Besos y hasta la próxima :-D
Y recordad si os gusta suscribiros para avisaros y enviaros los mejores post.