–No.
–¿Pueden reabrir restaurantes, ocio nocturno, hoteles, etc. y todo el mundo trabajar normalmente?
–No.
–¿Si me vacunan seré inmune al covid?
–Quizás, pero no lo sabemos exactamente, probablemente no evitará que lo contraigas.
–¿Si lo contraigo, al menos ya no seré contagioso para los demás?
–No, todavía puedes transmitirlo, posiblemente, nadie lo sabe.
–Si vacunamos a todos los niños, ¿se reanudará la escuela normalmente?
–No.
–Si estoy vacunado, ¿puedo detener el distanciamiento social?
–No.
–Si estoy vacunado, ¿puedo dejar de desinfectarme las manos?
–No.
–Si me vacuno yo y mi abuelo, ¿podemos abrazarnos?
–No.
–¿Se reabrirán cines, teatros y estadios gracias a las vacunas?
–No.
–¿Los vacunados podrán vivir con normalidad?
–No.
–¿Cuál es el beneficio real de la vacunación?
–El virus no te matará.
–¿Estás seguro de que no me matará?
–No.
–Si estadísticamente el virus no me mató de todos modos... ¿Por qué iba a vacunarme?
–Para proteger a los demás.
–Entonces, si me vacuno, ¿los demás están 100% seguros de que no los estoy contagiando?
–No.
Vacuna contra la covid
La inyección no da inmunidad. No elimina el virus. No previene la muerte. No garantiza que no me vuelva a contagiar. No evita que lo contraiga si aún no lo he pasado. No me impide pasárselo a los demás. No elimina la necesidad de prohibiciones de viaje. No elimina la necesidad de cerrar negocios. No elimina la necesidad de confinamientos. No elimina la necesidad de mascarillas. Entonces, ¿para qué diablos tenemos que vacunarnos?