#1. Sumergirse en el Pacífico al menos una vez en la vida
Sí, Puerto Vallarta se encuentra en la costa oeste de México, entre los estados de Jalisco y Nayarit. Más allá de la riqueza sociocultural que este emplazamiento geográfico le otorga per se, no podemos obviar que el océano Pacífico es quizás el más maravilloso tesoro oceánico que baña las costas de medio mundo. Sin desmerecer a la belleza de las demás aguas del mundo, los colores y la vida interior de este océano son, permítannos, de incomparable valor. Además, no todo el mundo puede regodearse de haberse bañado en las cálidas aguas del Caribe.
#2. Buenos hoteles, mejores vistas
La Bahía de Banderas se ha situado en los últimos años entre los destinos turísticos más atractivos a nivel internacional, especialmente en el Pacífico. Por este motivo, su oferta hotelera y de restauración se ha sofisticado a niveles inimaginables. Los hoteles en puerto vallarta son numerosos y a menudo muy asequibles en términos de relación calidad precio. Frente a otros destinos en el propio México o en los alrededores, puerto Vallarta sabe cómo encandilar.
#3. Un clima de ensueño
Otra característica que no es para nada a menospreciar tiene que ver con el tiempo, por supuesto. La meteorología en este destino se adapta perfectamente a las necesidades del viajero. En este sentido, sus tórridas temperaturas a lo largo del año, donde la media se sitúa en los 27 grados, se combinan con refrescantes lluvias en agosto y septiembre que refrescan las noches y los atardeceres haciendo las delicias de todos los que allí pernoctan. En este sentido, reservar hotel en puerto vallarta no deja de ser un acierto, lo hagas cuando lo hagas.
#4. Un entorno de tradición pesquera
A día de hoy, la ciudad de puerto Vallarta está pensada para el turista desde todos los ámbitos posibles. En este sentido, el dato no es de extrañar si puntualizamos que el turismo representa la práctica totalidad de la actividad económica local. Ahora bien, lo fantástico de todo esto es que el alma festiva y la diversidad que impone el turismo no es óbice para que en la ciudad se mantenga el espíritu artesano y pesquero que reinó un día en sus alrededores. No muy lejos de ella se erigió un célebre pueblo de pescadores llamado Las Peñas, el cual recibía a menudo cargamentos de sal para refinar plata. No hay aventurero que se precie que se marche sin descubrir sus huellas.
#5. Paseos inolvidables por una ciudad efervescente
El centro histórico de Vallarta regala a todos los visitantes una pintoresca postal de casas bajas y coloridas que muy probablemente se quedarán para siempre impresas en su retina. La pintoresca arquitectura de la ciudad se despliega a lo largo y ancho de calles adoquinadas y plagadas de vegetación exótica. El paseo más conocido lleva a los viajeros hasta el malecón, espacio ineludible de entretenimiento y relax. El malecón nos ofrece, a lo largo de aproximadamente un kilómetro, vistas privilegiadas del Pacífico que se combinan de la manera más seductora con locales de artesanía, cafés, restaurantes y tiendas de todo tipo.
En el malecón se encuentran también las esculturas más célebres de la ciudad, fruto del trabajo de renombrados artistas mexicanos que han convertido este singular espacio en una galería de arte a cielo abierto.
Tampoco has de dejar de visitar la plaza principal, la iglesia de Guadalupe y el faro de la calle Matamoros, que te granjeará una de las panorámicas más interesantes de la ciudad.
#6. Una gastronomía exquisita
Sería muy difícil, por no decir directamente imposible, hablar de un destino mexicano sin hacer mención a su gastronomía. Como en buena parte del país, obsequiar a nuestro estómago con un popurrí de sabores es el mínimo de los privilegios que deberíamos otorgarnos. En este sentido, existen incluso tours con guía oficial que recorre puestos callejeros y otros lugares donde pararse a degustar manjares como los tacos de jaiba, un cangrejo de agua dulce al que pocos saben resistirse.