Antes de haceros creer que esta playa es igual de maravillosa siempre, debo confesaros que nos hizo un día 10 y el mar estuvo sorprendentemente planchado durante nuestra estancia allí, pero aquí también existe el mar removido y el oleaje, aunque por suerte no fue nuestro caso.
Bueno, pues os voy a hablar de una de mis playas favoritas de la isla, por no decir la que más. Está situada en la parte noreste de la isla, a unos 25 minutos de Santa Eulalia. Realmente está cerca, pero como toda Ibiza, la carretera es de curvas y mala. Es la cala más extensa de todas pero no por ello con menos encanto. No importa que hayan varios hoteles o restaurantes en la misma orilla y que en verano son un atraco; el lugar es paradisíaco totalmente y lo mejor de todo es que al ser tan grande no da esa sensación de masificación que te encuentras en otras calas más pequeñas (hablo siempre de verano, claro), ya que fuera de los meses de temporada alta no encuentras problemas en ningún lugar y menos aquí.
Es una cala relativamente grande con playa suficiente para que no hayan problemas de espacio. La arena está limpia y el fondo del mar todavía más. No solo me sorprendió lo transparente que era el agua sino que en el fondo solo había arena y más arena. Nunca había visto nada igual ¡las playas de Alicante no son así!
Servicios encuentras de todo tipo: bares, restaurantes, hoteles, chiringuitos y tiendas de playa por si te dejas las gafas de bucear en casa. Sin embargo todo está tan bien integrado en el paisaje que no desentona. Dar una vuelta por el pequeño paseo marítimo de la playa es todo un placer. Los precios de los restaurantes son bastante relativos: algunos tienen menús (que nunca bajan de 15 € y no incluyen bebida) y otros imponen nada más mirar, pero nos dijeron que en los meses de Julio y Agosto duplican los precios sin ningún problema, osea que no son lugares al alcance de cualquiera, al menos no de nosotros.
Sea caro o no, me hubiese encantado pasar una tarde en este chiringuito hippie en la misma arena, tomando un mojito, aunque si me cobran 12 € por él tampoco me extrañaría, quién sabe, lo mismo me he quedado corta...
También hay senderos en los laterales de las calas que te llevan a rincones más íntimos y aislados para contemplar la cala desde otros puntos de vista, relajarte o darte un baño tranquilamente. Para esto es recomendable llevar un buen calzado porque unas chanclas pueden ser peligrosas en ese terreno.
Como en cualquier playa, ya sea de isla o no, el aparcamiento es un problema así que si no vienes temprano probablemente tendrás que aparcar a muchos metros de la playa. Mario y yo no tuvimos ese problema porque llegamos a las 8 de la mañana ¿y quién había allí a esa hora? pues nadie... menos mal que encontramos un bar abierto donde poder desayunar tranquilos. Fue uno de los mejores momentos del viaje y de esos que recordaremos siempre. No sabéis lo que se agradece un aseo y un poco de higiene después de una noche de penurias como la que pasamos y es que fue tan agradable que tardamos más de 2 horas en movernos de allí y conocimos al camarero, un chico de Granada que venía para trabajar en verano (umm, y nos gustó la idea ¿quién sabe?).
Este bar no estaba en primera línea de playa ni tampoco era un lugar de fuera de lo común, aun así el desayuno nos costó 12 €: 2 cafés, 1 tostada de queso y 1 zumo de naranja. Los cafés eran 13 € cada uno, cosa que me pareció bastante bien para ser allí, pero el resto fue un disparate: zumo de naranja 34 € y eso que, repito, no estábamos en primera línea de playa.
Pero el momento fue tan perfecto que no me quejo más. Tras aprovechar al máximo nuestro desayuno nos fuimos a dar un paseo por la cala porque aun hacía fresco y el agua debía estar muy fría. A las 12 o así ya nos bajamos a la arena para bañarnos y tomar un rato el sol. El agua seguía estando horrorosamente fría. Bueno, en situaciones diferentes era soportable pero justo ahora no era necesario pasarlo así de mal, así que nos dimos un baño rápido tipo quién tiene más
Mario es un perdedor y no aguantó el agua fría, por eso salió corriendo como una marmotilla con los bigotes congelados.
Si vienes de visita a la isla te recomiendo venir a esta cala sea verano, primavera... da igual porque el paisaje es precioso en cualquier época del año. Pero eso sí, no olvides una bolsita para tirar la basura al final del día; hay que mantener intactos estos lugares si queremos conservarlos siempre.
INFORMACIÓN
Cómo llegar: Pertenece al término municipal de San Juan. La mejor forma de llegar es en coche de alquiler o moto: Puedes llegar desde San Juan por la carretera PM-811 o Santa Eulalia por PM-810; está muy bien indicada. También puedes llegar en transporte público desde Santa Eulalia con la línea L16C: Santa Eulalia, San Carlos, Es Figueral y Cala San Vicente. o bien desde San Juan con la línea L20B.
Servicios: los hay de todo tipo: alquiler de sombrillas, hamacas, parking, hotel, restaurantes, chiringuitos, duchas y todo tipo de deportes acuáticos. Ideal para hacer buceo de superficie.
Andrea
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