RUTA POR LA BARCELONA DE CARLOS RUIZ ZAFÓN



Este año repleto de pérdidas, de sinsabores, de rutinas perdidas y de abrazos que se hacen esperar demasiado, es el año elegido por una de las grandes voces de la literatura española para dejarnos. Si, hablamos de Carlos Ruiz Zafón, que nos dejaba a mediados de junio.
Y aunque su pérdida es irreparable, nos gustaría contirbuir a su recuerdo a través de una ruta por su Barcelona oscura. Esa que construye en sus páginas, y que está llena de misterios, y a la vez de respuestas.
Esperemos que disfrutéis de esta aventura, que se puede realizar totalmente a pie, o combinando transporte público con la ruta pedestre.

1. Estación de Francia.

Es la primera parada del día. En parte porque pensamos que tiene cierto aire romántico comenzar un viaje en una estación, pero también porque es el lugar de partida del protagonista de Marina, y uno de los epicentros de la vida barcelonesa.
Esta estación inmensa, tan repleta de viajeros apresurados, como de detalles modernistas y acabados en mármol, está reconocida como Bien Cultural de Interés Local, y es sin duda, la estación de tren más bonita de Barcelona.

2. Centro de Arte de Santa Mónica.

Este edificio parece ser el descrito como el famoso Cementerio de los Libros Olvidados.
Ubicado en plena Rambla, es uno de los principales centros creativos de Barcelona, su oferta cultural, variada e innovadora, puede ser un buen incentivo para perdernos en su interior. Aunque como lectores asíduos de Ruiz Zafón, entendemos perfectamente que algunos de vosotros no queráis ver un interior bien distinto del que se nos quedó grabado en el alma, después de la primera lectura de la Sombra del Viento.

3. Las Ramblas.

Este icono barcelonés, arteria inconfundible que aglutina el tráfico de turistas de la ciudad, aparece en casi todas las novelas de Ruiz Zafón, en algunas solo se menciona, en otras, con cierto peso en la historia, en cualquier caso, no podemos negar que es una de esas calles con carácter, de las que no podemos dejar de recorrer en un viaje a la Ciudad Condal.

4. Ateneo Barcelonés.

A estas alturas, a mitad de ruta, os invitamos a recorrer los pasillos de uno de los lugares más reconocibles de la Sombra del Viento. El Ateneo, con su estilo decimonónico y sus líneas clásicas, casi parece susurrarnos las desventuras de Beatriz, y las de Daniel, buscándola entre sus muros.
Actualmente, y si sentís la necesidad de explorar su interior, es posible realizar una visita guiada que os llevará por los salones más emblemáticos, y os enseñará a apreciar un lugar que fuera clave en el desarrollo de la ciudad.

5. Carrer de Santa Ana, 27

Parada obligada. Hemos llegado a las puertas de la librería Sempere, esa en cuya cima se ubicaba la casa de Daniel, y que lo vio crecer y convertirse en un amante de la literatura.
Y aunque poco quede ya de la calle descrita entre sus páginas, si sabemos mirar, encontraremos vestigios de principios de siglo, como la guantería Alonso. Uno de esos comercios tradicionales, de escaparate cuidado, complementos elegantes, en los que podemos encontrar objetos que parecen ya descatalogados de la vida moderna. Y aunque solo sea durante unos instantes, su escaparate nos devuelve la mirada del Daniel curioso, el niño, que aún no sabía que le deparaba la vida.

6. Avenida del Tibidabo, 32

Aunque a estas alturas del camino, seguramente estaréis ya cansados, esta parada merece la pena. No solo porque os obligará a recorrer calles principales que definen la Barcelona de nuestros días (ya sea a pie, o en transporte público), sino también porque es uno de los puntos culminantes de la novela más leída de Ruiz Zafón.
Un lugar repleto de sombras y misterios, en el que sorprendentemente el lector ve la luz, y descubre muchos de los misterios de la novela. Si, nos referimos al palacete de los Aldaya.
En la vida real, este edificio construido en los años 20, no solo cuenta con un exterior de ensueño y cierta asiduidad de visitas de los fans de la Sombra del Viento; sino que en breve, se convertirá en un hotel de lujo, en el que unos pocos afortunados podrán descansar, mientras contemplan la ciudad desde otro punto de vista.

7. Colegio de los Jesuitas de Sarriá

El colegio de los Jesuitas de Sarriá, cercano a nuestra anterior parada, es uno de los escenarios cruciales tanto en la novela “Marina”, como en la vida del propio autor, pues él mismo estudió en estas instalaciones.
En la actualidad, este colegio sigue en funcionamiento, y aunque no se encuentra tan aislado de la ciudad como parece sugerir la narración de Ruiz Zafón, si que conserva la estructura original, por lo que os resultará muy fácil caer en su influjo, ya que además de su espectacular tamaño (ocupa 85.000 metros cuadrados), es una obra de incalculable valor en la arquitectura escolar, siendo el único edificio de estas características que se conserva en la ciudad.

8. Parque del Tibidabo.

Lo cierto es que podríamos incluirlo por las muchas maravillas que alberga y que directa o indirectamente se dejan ver en las novelas del finado autor. Pero si hemos decidido incluirlo como colofón de nuestro día en la Barcelona imaginada por Carlos Ruiz Zafón, es porque se trata de una recomendación que él mismo hacía a quienes le preguntaban, diciendo habitualmente que era uno de sus lugares favoritos, y que no se podía olvidar en nuestra visita.
Además, estamos seguros de que los antiguos autómatas que se exhiben en su museo, os traerán recuerdos de algunas de sus páginas.

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