Este mes, en el que el frío comienza a disiparse, y el sol ya vence a la niebla, os proponemos que visitéis Soria.
Os invitamos a perderos en la inmensidad de sus paisajes, en sus sólidas construcciones, y en las obras de arte que encontramos por doquier.
Esta ruta, distribuida en ocho paradas, es perfecta para un tres días, o incluso para un fin de semana bien repleto de arte, leyendas, naturaleza y buena gastronomía.
Os dejamos, a continuación, nuestra lista de pueblos y lugares imprescindibles para convertir vuestro viaje a tierras sorianas en todo un éxito.
1. Barca.
Hemos decidido comenzar por aquí el viaje, y es que en esta pequeña localidad de solo ciento doce habitantes, os encontraréis con la iglesia de Santa Cristina, una pequeña joya románica del siglo XII, en cuya galería porticada podréis admirar dos cariátides únicas en el románico soriano.Y para los que os quedéis con ganas de más, este municipio ofrece muchas más opciones, no dudéis en hacer una parada en su museo etnográfico, o en su curioso monumento a San Isidro Labrador.
2. Velamazán.
A escasos diez kilómetros de nuestra primera parada, volvemos a detenernos, ¿el motivo? Las impresionantes vistas que nos ofrece la atalaya de Velamazán.Allí, como si se hubiera congelado en el tiempo, os espera una construcción de forma cilíndrica que bien pudiera ser una torre de vigilancia, utilizada en una época en la que estas tierras recibían más visitantes, y con peores intenciones que los actuales.
Más abajo, ya dentro del pueblo, podéis parar en el llamativo Palacio de los González de Castejón, familia de pastores trahumantes de reconocida importancia.
Este impresionante edificio, fue construido por el primer marqués de Velamazán, y sobre su fachada encontraréis el escudo familiar, actualmente es una casa rural, en la que podéis alojaros.
3. Berlanga de Duero.
¿Qué deciros sobre esta antigua Villa medieval de la que fuera alcalde El Cid Campeador? Pues solo podemos deciros que no podéis dejar de visitarla.En el interior de este conjunto Histórico Artístico, os encontraréis una plaza mayor porticada, en la que seguramente querréis parar, y tomar un café con calma, para poder admirar mejor sus idílicas formas.
Pero en Berlanga, pueblo perteneciente al Camino de Cid, os esperan muchas más sorpresas. Desde una desmesurada colegiata, fruto de los sueños de grandeza de los señores de Berlanga; hasta un castillo, que nos atrevemos a calificar como la joya de la corona del municipio.
Hablamos de un castillo del siglo XV, que se alza orgulloso sobre un extenso cerro, y que fue construído sobre restos arquitectónicos de los siglos X y XIII.
En este orgulloso castillo, podréis observar dos partes bien diferenciadas, una construcción señorial con dos patios, y torre del homenaje; y por otro lado, una impresionante fortaleza artillera, que rodea a la primera de ellas.
4. Casillas de Berlanga.
A solo siete kilómetros de la localidad anterior, encontramos Casillas de Berlanga. La escasa distancia que separa a los dos municipio, hace que muchos visitantes decidan recorrer el camino a pie, disfrutando así de las vistas.Pero ya vayáis a pie, o en coche, una vez allí, no podéis dejar de visitar su famosa ermita del siglo X, de influencia mozárabe.
En esta construcción prerománica destaca, además del coro, y los frescos que decoran sus paredes, una columna central, de la que parten los ocho nervios, y que nos harán sentir como si estuviéramos bajo una palmera.
5. Caltojar.
A estas alturas del viaje, y aunque lleguéis deslumbrados por tantas maravillas como las que habéis encontrado en este camino, no podéis dejar de pararos y admirar la magnificencia de la iglesia de San Miguel Arcángel de Caltojar. Una espléndida construcción, que llama la atención por su gran tamaño, y sus grandiosas formas, y que se alza en un pueblo de tan solo cincuenta habitantes.Una construcción del siglo XIII, de la que destacamos su torre, y su entrada, presidida por San Miguel, y bellamente decorada.
6. Rello.
Avanzando por tierras castellanas, encontraréis Rello. Lo que más llama la atención de esta villa, es su ubicación. Fue construído sobre un risco, y tanto su castillo como sus calles, se encontraban bajo la protección de su muralla.Una vez traspaséis la entrada, tras sus anchos muros, se esconde una intrincada colección de calles medievales que os ayudarán a viajar en el tiempo.
7. Barahona.
Cuidado, visitantes, os adentráis en el pueblo de las brujas. Quedáis avisados.A primera vista, sus calles señoriales, sus trabajadas construcciones, e incluso su singulares veletas, os seducirán.
Claro que si estáis atentos, podréis ver el confesionario, una piedra coronada por una cruz, y el lugar al que las brujas acudían para confesar sus pecados.
E indagando un poco más, llegaréis a los Pozos Airones, unos inusuales agujeros que se encuentran en la tierra, y que fueron creados por los golpes de estas brujas, o según la historia más reciente, y menos crédula, creados por la absorción de una cantidad inusualmente elevada de agua.
8. Villasayas
La ruta finaliza en esta pequeña población, en la que además de una importante iglesia de estilo barroco, destacamos que para llegar al pueblo, pasaréis por una zona especialmente protegida por su riqueza natural, los Altos de Barahona, en la que podréis observar múltiples especies de aves autóctonas, como alondras o sisones.La visita de los Altos de Barahona constituye una parada perfecta para los amantes de la ornitología, y la naturaleza.
Colaboración con ZA49 del mes de Febrero.