Dejar claro que no estamos hablando de volvernos minimalistas y de tirarlo todo por la ventana. No va por ahí la cosa, aunque si tiene un poquito de su filosofía.
Hablamos de limpieza, orden y de sentido común a la hora de guardar cosas.
Personalmente, es algo que yo necesito poner en práctica muy a menudo ya que tengo cierta tendencia a guardarlo todo por aquello del “por si el caso” o “quién sabe si lo necesitaré”. No es que tenga síndrome de Diógenes, pero lo que si es cierto es que a veces paso años guardando objetos que creo que algún día usaré, pero que luego simplemente acabo moviendo de un lado a otro a la hora de limpiar. Eso me genera pesadez mental y pereza.
A cuántas menos cosas inútiles, más fácil será mantener la limpieza y orden de una casa ¡a eso me refiero! Y ya que cerramos un ciclo para dar comienzo a uno nuevo ¿por qué no hacerlo con menos carga mental? Éste ritual es más que necesario en la vida creerme…
Si no quieres perderte todo el contenido que subo ¡suscríbete aquí!
Ritual de limpieza
Recuerda que no importa cuando lo ejecutes, si a final de año o a principio, pero lo que si es importante es planificar correctamente lo que vas a hacer y tener el convencimiento de que lo vas a cumplir de principio a fin. Esto no implica que se convierta en maratón y tengamos que hacerlo todo en un día ya que no es posible ni recomendable.
En función del tamaño del hogar y de la cantidad de cosas que puedas tener, tardarás más o menos. Y no pasa nada si se hace en una semana o precisas de dos.
Es un ritual para relajarnos mientras lo hacemos, de ahí a que debamos empezar por el punto más importante que es, la planificación de lo que vamos a hacer.
Coge papel y boli.
Paso 1 – Planificación
Recorre estancia por estancia y apunta todos los productos, herramientas y posibles nuevos accesorios que vas a necesitar para ejecutar la limpieza: bolsas de basura grandes, cajas para meter aquellas cosas que puedas donar, perchas, posibles cajas/cestas nuevas para organización (para el baño, armario, cocina…), si precisas hacer algún arreglo a nivel de bricolaje importante, anótalo también ( sellar con silicona el fregadero, bañera o sellar juntas de baldosas por poner un ejemplo)
Si el presupuesto te lo permite, regálate nuevos accesorios decorativos para renovar la estancia. Pero eso si…para el final. Puedes hacer listas como “herramientas”, “accesorios a comprar”, “material de limpieza”, “nueva decoración”. Hazlo como mejor te vaya a ti, pero apunta y si es preciso, vuelve a hacer una segunda ronda ya que una vez que empecemos a trabajar, podamos terminar ese mismo día sin necesidad de dejar a medias o tener que salir para comprar algo que hemos olvidado.
Una vez tengas las listas de lo necesario vamos a planificar la limpieza y orden por estancias.
Si en casa convivís varias personas, trabajar en equipo y realizar la planificación juntos.
Si tenéis hijos, implicarles en ello.
Nota: no es un ejercicio de imposición, se trata de enseñar y generar buenos hábitos. Un niño de 2/3 años puede hacerse responsable del orden y limpieza de sus propios juguetes por poner un ejemplo (limpie mejor o peor, dejarlo, ya aprenderá a perfeccionarlo). De esa forma crecen adquiriendo responsabilidades que se convertirán en hábitos cotidianos y los cuales se irán acrecentando a medida de su desarrollo. Un niño de 10 años, puede ser y debería ser, responsable de su propio dormitorio a nivel de orden y limpieza general (hacer su cama antes de ir al colegio, limpiar, ordenar…) además de participar en otras tareas del hogar. Recordar que para que se dé un adulto responsable e independiente, debe adquirir esos hábitos desde la infancia, si siempre es mamá o papá quién hace la cama, limpia o plancha, lo tomará como una responsabilidad ajena y no propia.
Orden y limpieza por estancia ( de la más complicada a la más sencilla ) Siempre empezaremos por la estancia más difícil a la más sencilla. Conviene aprovechar la energía inicial para aquellas habitaciones en las que sabemos que nos va a traer más trabajo ya que si empezamos por las más sencillas es posible que cuando lleguemos a las complicadas, nuestra energía se vea mermada y corramos el riesgo de abandonar la misión ¡pensemos con lógica!
Anota por orden, las estancias por las que empezaremos a trabajar.
Paso 2 – Manos a la obra
Ya tenemos nuestra planificación hecha y por lo tanto, ya podemos empezar nuestro ritual de limpieza. Se recomienda hacerlo por la mañana ya que es cuando más energía tenemos y cuando nos podemos aprovechar de la energía solar, no solo por la luz si no por lo que nos aporta energéticamente, pero obviamente hay que adaptarse a las responsabilidades cotidianas…
Abre ventanas y evita distracciones Lo primero que haremos será ponernos ropa cómoda, olvídate del móvil y abre las ventanas. Puedes poner tu música favorita pero ten en cuenta que no deberías estar cambiando de canción cada vez que se termina una, quiero decir…¡NO QUEREMOS DISTRACCIONES! prevé una lista de reproducción y deja que fluya.
Tener el móvil cerca es una tentación de la que puedes arrepentirte ya que eso puede hacer que la energía decaiga y corras el riesgo de dejar muchas cosas a medias ( por favor…digamos no a ser zombies digitales!)
Lo que no uses, fuera Antes de limpiar, vamos a eliminar lo innecesario. Tendrás más facilidad para encontrar cosas y ahorrarás espacio y tiempo en las limpiezas futuras.
Para ello, vacía cajones y armarios. Revisa el contenido con lógica y coherencia.
¿Hace cuánto no usas esa prenda? ¿Por qué guardas un jarrón roto? ¿50 tapas para 10 recipientes? ¿por qué guardas fotos de personas que no quieres? ¿por qué tienes 3 vajillas y 3 juegos de café? Y lo más extraño…¿por qué solo las usas en ocasiones especiales?
Empecemos por ahí…
Dale uso a las cosas De lo que tengas, ¡úsalo maldita sea! Disfruta comiendo en una vajilla bonita y usa esas copas que mueren de asco en la vitrina.
Es ridículo, absurdo e ilógico tener que sacarlos solo para limpiar y volver a guardar. Su finalidad es la de SER USADOS, NO MIRADOS. Algún día te guste o no, se romperán o quizás tu ya no estés para disfrutarlos.
Y esas cosas que guardas por apego, ya sea porque es un regalo o formó parte de alguien pero que no te genera alegría o felicidad alguna al verlo, tíralo o dónalo también. Conserva solo lo que te aporte alegría y buenas vibraciones.
Con esto incluyo fotografías…no te imaginas la paz mental que podrías llegar a tener eliminando ciertas toxicidades de tu entorno. ¿por qué razón conservar recuerdos que evocan malas sensaciones? Es absurdo e innecesario.
Te repito…sé coherente contigo mismo.
De lo que te deseches, agradece su aportación en tu vida y mételo en la caja de donación o bolsa para tirar.
Una vez retirado lo innecesario, procede a limpiar esos cajones y armarios para luego guardar lo que se queda.
Consejito necesario: cada vez que llenes una bolsa de basura o caja para donar, asegúrate que ese mismo día sale de tu hogar, o correrás el riesgo de caer en la tentación de volver a quedarte con su contenido.
Limpieza general Aunque es absurdo que lo diga, es necesario: se limpia de arriba a abajo y desde el fondo, hacia la puerta.
De esa forma evitamos ensuciar algo que ya hemos limpiado previamente.
Empezaremos limpiando las grandes superficies, ventanas y puertas de la estancia. Para ello quita cortinas, alfombras y mueve muebles. No olvides la lámpara, enchufes y por supuesto, las paredes y techos pueden limpiarse con mopas húmedas.
Si en las estancia hay tapicería, te recomiendo que sea lo primero que limpies ya que de esa forma, se secará a lo largo del día.
Paso 3 – Cierre de tareas pendientes
El Oosouji también representa saldar deudas pendientes. A los japoneses no les gusta empezar el año arrastrando temas pendientes, sobre todo las deudas aunque esto no siempre puede resolverse en un chasquido de dedos (muy a nuestra desgracia).
Pero tengamos en cuenta que también trataremos de cerrar todo aquello que vamos posponiendo como por ejemplo:
Devolver cosas que nos fueron prestadas
Coser esas cortinas que siempre dejamos para otro momento
Hacer limpieza del disco duro del ordenador
Deudas pendientes ( obviamente, no siempre se puede muy a nuestra desagracia…) Obviamente, los ejemplos pueden ser interminables…
Paso 4 – Recarga de energía
Una vez has organizado y limpiado todas las estancias de tu hogar es momento de disfrutar dándole el toque de gracia y cargando de energía cada rincón.
Ya hablé anteriormente del poder de las velas y precisamente en éste momento de limpieza, es fundamental que lo tengas en cuenta. Si aún no lo has leído te recomiendo que eches un vistazo PULSANDO AQUÍ
Además de las velas, prueba a encender incienso natural para generar energía Chi. Muy importante, asegúrate que el incienso es 100% natural!!
El que venden en bazares chinos, etc no lo es y contiene sustancias muy tóxicas.
Si el incienso no te gusta, prueba a hacer unos sahumerios naturales con romero, salvia y/o laurel. Su poder energético es extremadamente grande y te ayudará a preparar tu hogar para ese nuevo ciclo lleno de propósitos.
Espero que te halla resultado interesante y sobre todo, te animo a que lo lleves a la práctica ya que éste ritual puede ayudarte en muchos niveles. Si no me crees, prueba y vuelve para contarme.