No es la primera vez que escribo sobre una de mis parejas o personajes favoritos de la Historia del cine. Adoro la trilogía de Antes del amanecer, atardecer y anochecer de Richard Linklater, también me encantan Jesse (Ethan Hawke) y Céline (Julie Delphy). Cuando vi por primera vez Antes del amanecer (1995), conecté por completo con la química que irradiaban este par de personajes. No es fácil sostener una película a base de conversaciones, y más aún, una trilogía. Y lo consiguen. ¿Quién iba a pensar que tras esa promesa de volver a encontrarse, lo harían? Un viaje de 18 años.
Jesse y Céline se conocieron un 16 de junio allá en 1995. Su conexión fue inmediata. La trilogía repasa los distintos estados por los que puede pasar una relación: desde lo idílico hasta las dudas, desde las discusiones insustanciales hasta las más serias. El punto y aparte o el punto final. Pero también va más allá, ya que también nos muestra las inquietudes de sus personajes como sus sueños cumplidos o frustrados. Hablan sobre el sexo, sobre la vida y la muerte, sobre la sociedad. ¡Qué bonito poder ver todo ese viaje y evolución con el paso del tiempo! Es sencillo empatizar con ambos personajes.
Como homenaje a la pareja y a la trilogía, me apetecía pegar un repasito rápido a las películas. La entrada, como es de esperar, tiene spoilers.
Antes del amanecer (1995)
Título original: Before Sunrise
País: Estados Unidos
Año: 1995
Duración: 101 minutos
Dirección: Richard Linklater
Productora: Coproducción Estados Unidos-Austria; Castle Rock Entertainment / Detour Filmproduction / Filmhaus Wien Universa Filmproduktions / Columbia Pictures
Puntuación pandástica:
Céline es francesa y Jesse estadounidense. Los dos se conocen en un tren durante un viaje por Europa. Cuando llegan a Viena, deciden pasar el día juntos. Empiezan a hablar sobre todo tipo de temas. Si hablamos de formas de mostrar el amor o la etapa de una relación, la primera entrega recoge todo lo unido a la idea del amor romántico, incluso idílico. Los dos se encuentran en un momento en el que se quieren comer el mundo, en el que defienden ideales que probablemente no vayan a llevar a cabo después (o sí). La idea del amor romántico es la que con el paso del tiempo se va desvaneciendo. Si extrapolamos esa idea a lo cinematográfico, me atrevo a decir que la primera entrega es la más idealizada por todas y todos. Los dos jóvenes, con ganas de comerse el mundo, optaron por aprovechar el momento. Sin ataduras. Para ellos solamente existía ese día. Ellos y Viena. Y una promesa.
El comienzo en el tren, la escena del teléfono en el bar, sus conversaciones entre calles La escena de la cabina de música es una de mis favoritas de esta película (y de la historia del cine también). La letra de la canción les “invita” a acercarse (“Come here”, acércate…), la risa temblorosa, el no saber a dónde mirar, no pasa nada y pasa de todo al mismo tiempo Sencillamente, maravillosa. Ellos se enamoran, y nosotras de ellos.
Antes del atardecer (2004)
Título original: Before Sunset
País: Estados Unidos
Año: 2004
Duración: 77 minutos
Dirección: Richard Linklater
Productora:Warner Bros. / Castle Rock Entertainment
Puntuación pandástica:
Nueve años después volvemos a encontrarnos con Jesse y Céline. En Viena, terminaron su historia con una promesa, la de volverse a encontrar, pero por culpa del destino no pudieron llevarlo a cabo. Ahora ya no hay destino que valga. Junto a ellos recordamos Viena mientras paseamos por París. Jesse escribió un libro y está de gira por Europa. Céline vive en París. Jesse no tarda en tomarse un descanso de firmas y presentaciones para pasar la tarde con Céline, después de encontrarse en una librería.
El tiempo pasa y las conversaciones ahora son más sarcásticas, ya no hay tanto lugar para la idealización de las cosas. Los sueños que defendían en Viena ahora son los sueños rotos de París. De hecho, tienen su vida “hecha”. De alguna forma, ese amor romántico o idealizado de la primera entrega recibe su primer golpe en “la ciudad del amor”. Jesse tiene un libro en la que plasma sus recuerdos, Céline tiene una canción y unos acordes para recordar eso que vivieron. Distintas formas de mantener vivo un recuerdo. El final de la segunda entrega es Me cuesta ponerle adjetivos. Te pone una sonrisa enorme en la cara al escuchar la respuesta a ese “Vas a perder el avión”. En el mismo instante que se encuentran, volvemos a caer rendidas ante ellos. Su química sigue funcionando, toda la situación resulta más madura. Ahora ya no hay promesas que valgan, es momento de tomar decisiones. Recordamos el viaje mientras empezamos uno nuevo. Una joyita que no llega a la hora y media de duración.
Antes del anochecer (2013)
Título original: Before Midnight
País: Estados Unidos
Año: 2013
Duración: 104 minutos
Dirección: Richard Linklater
Productora: Sony Pictures Classics / Castle Rock Entertainment
Puntuación pandástica:
Pasan otros nueve años hasta que volvemos a tener novedades sobre Jesse y Céline. 18 años después de aquel encuentro en Viena, 9 años después de volverse a encontrar (o buscarse) en París. Sin perder su esencia. La tercera entrega repite el esquema de las anteriores, su pilar principal son las conversaciones, discusiones y también los silencios. Lo que consigue esta trilogía es que nos olvidemos de las cámaras y que escuchemos absolutamente todo lo que dicen y callan. Que entendamos cuando mienten, cuando ríen y lloran, cómo se sienten o por qué actúan de una forma u otra Lo cierto es, que me pasaría horas escuchándolos.
Por primera vez, una de las escenas más destacadas de la película no es ni romántica, ni bonita Si no que resulta cruda e intensa. Parece que el punto y final está más cerca. Si bien antes hablábamos sobre ideales y sueños rotos; ahora, sumergidos en la rutina, el resentimiento y la culpa hacen acto de presencia. También es la primera vez en la que la pareja protagonista está acompañada de otros personajes. El viaje que empezó en Viena y que continuó en París, ahora se traslada a Grecia. Los protagonistas comparten sus problemas, pero por separado. Ha pasado bastante tiempo y todavía podemos seguir conociendo a los personajes y su evolución.
En esta ocasión, toca destacar otras dos escenas más: la comida con sus amigos y la conversación del final. En la primera vemos a tres parejas, una pareja joven que mantiene una relación a distancia (Jesse y Céline 2.0) y que mantienen ese aire de idealización de la primera entrega y otra pareja más mayor que habla sobre el recuerdo y que añaden que igual no es bueno aferrarse a un recuerdo que con el tiempo se ha ido desdibujando (¿Jesse y Céline del futuro?). La película recupera la idea de disfrutar y aprovechar el momento. Vivir el presente.
La otra escena la encontramos en la parte final. Jesse y Céline sentados tomando algo. Volvemos a ver a dos personas que intentan tontear. Es el momento de escribir una página más en su historia, quién sabe Quizás en el 2022 volvamos a saber de ellos (9 años después) o quizás tengamos que esperar a que cumplan ochenta años. ¿Seguirán escribiendo páginas y poniendo música a su historia?
Sé que me repito, pero no me importaría volver a encontrarme con ellos en otra película más. La labor de Ethan Hawke y Julie Delphy es impresionante, su química, el ritmo que dotan a la película a partir de esas conversaciones
Porque sí, está es una película de esas en las que la gente habla. Habla mucho, pero mucho y hasta la conversación más absurda resulta interesante. Pero más aún, es una película con silencios, y a veces esos silencios dicen más que las palabras. Vamos, una trilogía que merece la pena ver.