Joan Turu
Querido diario:
Quiero dar las gracias a la editorial Carambuco por este ejemplar.
Sinopsis:
Nil está confundido. Nota que se va haciendo mayor y sabe que, cuando crecen, los niños se convierten en hombres. Pero ¿cómo es ser hombre?
Acompañemos a Nil en la aventura de crecer y descubrir la importancia de sentirse y ser uno mismo.
Hay un momento en la vida de todo niño que descubre que es pequeño, que crece y que pronto dejará de ser solo un niño, entonces... ¿a qué recurre? efectivamente, a los modelos que observa en la sociedad, sus referentes, sus figuras de apoyo y sus referentes.
Este breve cuento ilustrado pone importancia en la imagen que damos a los niños pues ellos aprenden más de lo que hacemos que de lo que les decimos que hagan, nos observan y nos imitan. Y esto nos lleva a reflexionar: ¿les estamos dando ejemplos positivos para seguir? Debemos pensar en lo importante que resulta que los niños tengan grandes referentes. No se trata de un simple "ya hará lo correcto cuando crezca", se trata de empezar a hacer lo correcto nosotros para que los niños crezcan en el ambiente idóneo para que puedan desarrollar sus emociones, expresarse y manifestar sus sentimientos.
Libros como este nos animan a crear un mundo donde los niños se sientan bien representados, encuentren a quién imitar y al final del día, acabaremos dejándoles un mundo precioso en el que desarrollarse como grandes personas. Me ha gustado mucho la reflexión de este cuento, que de forma sutil, expresa algo que nos inculcaron tanto a los nacidos en los ochenta: los hombres no lloran. Como si llorar fuese un símbolo de debilidad. Menos mal que hoy ya sabemos que esto no es así, que las lágrimas son una preciosa expresión de felicidad, pero también expresan tristeza o frustración y todas estas emociones nos hacen humanos, auténticos, sensibles y, en definitiva, grandes hombres a los que admirar.
¿Los hombres lloran? Por supuesto que lo hacen y con orgullo, porque llorar es una más de las muchas expresiones de sentimientos y emociones que hacen del ser humano un animal extraordinario. Mi aplauso de hoy es para este gran ilustrador y para todos los hombres que lloran. Os queremos.
Fuente: este post proviene de Diario de una Chicka Lit, donde puedes consultar el contenido original.
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