Nils Fredriksen tiene una imaginación desbordante. Sus largas (y solitarias) horas de las vacaciones escolares las disfruta peleando contra seres mitológicos, luchando en feroces batallas y recreando escenas de una épica sin igual gracias a su fabulosa imaginación. Haya, su madre, trabaja en una fábrica y sólo pone un límite a los juegos de su hijo mientras ella no está en casa: que no traspase la valla que delimita las tierras del Sr. Grudt.
Pero durante uno de sus juegos, Nils decide atravesar la valla y explorar hasta llegar al río. Allí, enfrascado en sus imaginativos juegos, llega hasta un puente donde conocerá a un ser del que sólo había escuchado leyendas: un troll, y que además está muy herido. Nils decide ayudarle y a cambio, se forjará una amistad especial entre los dos personajes.
Ambientada en un pueblecito de Noruega en la actualidad, ‘Troll’ pondrá a prueba nuestro escepticismo, buscando a nuestro niño interior, capaz de creer en seres salidos de los libros de cuentos, y a la vez te da la sensación de que algo no encaja. Tu parte adulta tal vez, que te dice que no es posible que exista un troll, y a medida que avanza la historia y conocemos más las circunstancias que rodean los acontecimientos (recordamos que es un cuento corto) nuestro dilema será mayor entre ambas partes.
Si queréis descubrir el final de este fantástico cuento, podéis haceros con él en formato digital aquí.
Fuente: este post proviene de Cafe de Tinta, donde puedes consultar el contenido original.
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