Olivier Tallec
Querido diario:
Voy a darle un enorme gracias a Algar editorial por esta preciosidad de lectura:
Estoy muy contento. Hacía tiempo que quería un cachorro y por fin lo he conseguido. Pero mi nuevo amigo tiene costumbres muy extrañas: no le gusta el pienso, se niega a dormir en la caseta y, encima, ¡ocupa demasiado espacio en el sofá!
Pero lo quiero mucho, así que tendré que acostumbrarme a sus manías...
No os podéis ni imaginar la ilusión que me ha hecho leer este cuento, lo bonito que es y lo mucho que me ha sorprendido. ¿Recordáis cuando erais pequeños y pedíais siempre un perrito por Navidad? pues la historia ha cambiado ¡y mucho! he tenido que leer el libro dos veces porque la primera vez he caído en la trampa ¿qué trampa? la de los prejuicios, sí, yo pensaba que iba sobre un niño hablando de su perro pero... ahí os dejo con la intriga para que vayáis a vuestra librería más cercana y le echéis un ojo, creo que merecerá la pena y una vez lo tengáis en la mano seguro que la mayoría lo compráis.
Me ha encantado el formato, que se pasen las páginas hacia arriba en lugar de hacia la izquierda es genial, así mantiene la ilustración abajo y el texto arriba. En un principio pensé que hablaría sobre la gran responsabilidad que es adoptar un perrito pero me equivoqué, tiene un mensaje diferente pero igualmente hermoso, que todos los amantes de los animales deberíamos leer.
El cuento hace un ejercicio de empatía precioso y con un toque de humor que avanza con las páginas y te deja sonriendo al final, ya se encuentra entre mis libros preferidos y en cuanto lo he terminado mi primera reacción ha sido la de mostrárselo a las personas que tenía alrededor y todas coincidimos en que es muy tierno, las imágenes son tan lindas y podría ser un regalo precioso para los peques de la casa.
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Fuente: este post proviene de Diario de una Chicka Lit, donde puedes consultar el contenido original.
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