Elizabeth Strout
Querido diario:
Quiero dar las gracias a la editorial Duomo por este ejemplar.
Sinopsis:
En Crosby, un pequeño pueblo en la costa de Maine, no suceden muchas cosas. Y sin embargo, las historias sobre la vida de las personas que viven allí contienen un mundo entero. Está Olive Kitteridge, una maestra jubilada, irascible, indecorosa, de honestidad inquebrantable. Tiene setenta años y aunque es más dura que una roca, sintoniza con los matices del alma humana.
Está Jack Kennison, antiguo profesor de Harvard, que busca desesperadamente la cercanía de esa extraña mujer, Olive, siempre tan Olive. Su relación tiene la fuerza de quienes se aferran a la vida.
Una novela conmovedora que habla del amor y la pérdida, de la madurez y la soledad, y de esos inesperados instantes de felicidad.
A veces, cuando leo en redes sociales a los jóvenes que han descubierto recientemente la lectura, dicen abiertamente que les gustan los libros en los que "pasan cosas todo el tiempo", evidentemente buscan acción y pocas descripciones. No es este caso. Algunas novelas se centran en los hechos, otras están escritas con los protagonistas como eje central, en alguna los paisajes o el lugar en el que están ambientadas es casi un personaje más, y finalmente nos encontramos con novelas como esta: en la cual el retrato de la situación es lo más importante, cómo describe la autora las emociones contenidas en el libro, la manera que tiene de plasmar un contexto siendo éste el verdadero atractivo del libro.
Cuando se llega a una edad muy avanzada, todo se ve muy diferente a como creías que sería cuando acababas de estrenar las dos cifras en la tarta de cumpleaños. Gracias a este personaje la autora nos habla de muchos temas, etapas de la vida, consecuencias y conflictos que no tienen por qué resolverse, a veces, sencillamente observas la vida de los demás a través de un libro bien escrito y te maravillas del comportamiento del ser humano.
Probablemente lo que más llame la atención del lector sea Olive, la protagonista, tiene un carácter y una forma de ser que a priori no es lo más deseable del mundo, pero es así por un montón de razones, una por cada año que le ha caído encima. Es uno de esos personajes que en principio pinta ser desagradable y al mismo tiempo no puedes dejar de escuchar su historia, conocer cada detalle e interesarte por sus relaciones porque tiene algo que la hace especial.
¡Ah! olvidé comentar que esta es una segunda parte muy curiosa, porque puede leerse de forma independiente, como si de un libro autoconclusivo se tratase, pero os dejaré el link a la primera parte haciendo click aquí: Olive Kitteridge. Quizás alguien prefiera leer esta otra historia previamente.
Por cierto, ¿he mencionado alguna vez que me encanta el tacto que tienen los libros de esta editorial?