L. J. Shen
Querido diario:
Quiero dar las gracias a la editorial Principal de los libros por este ejemplar.
Sinopsis:
A veces, las mejores historias de amor florecen en las tragedias.
Luna Rexroth es una niña dulce, cariñosa y callada, tan callada que se comunica con lenguaje de signos. Su mejor amigo es Knight Cole, un caballero andante dispuesto a defenderla de todo. Cuando se hacen mayores, Luna ya no necesita su protección y se distancian. Pero cuando Knight se empeña en recuperarla, una tragedia lo sumirá en la oscuridad. Tal vez, Luna pueda iluminar con su luz el corazón de Knight.
No sé por qué pensaba que este libro iba más de amor picante y pasional y ha sido mucho más profundo, doloroso y reconfortante a la vez. Habla mucho de la pérdida y de cómo enfrentarse a la misma, de los mecanismos que utilizamos las personas, apoyándonos los unos en los otros o dejando marchar a los demás.
El libro está lleno de decisiones, buenas y malas, personajes complejos, algunos giros algo previsibles pero igualmente satisfactorios de leer. Es un libro que te engancha con facilidad y si además ya conoces cómo escribe esta autora, sabes a lo que venías.
En serio, no me imaginaba este libro de esta manera, me ha sorprendido muy positivamente porque yo soy mucho más de drama, historias tristes o narrativa que de cuarenta y tantas sombras e historias de amor y erótica similares. Me gusta que los personajes tengan ese desarrollo, que crezcan, que me transmitan y que me emocionen y la autora lo consigue, no se puede pedir más.
Las personas que hemos estado así de rotas, que hemos tenido que hacernos fuertes y mostrarnos invulnerables cuando nuestro interior estaba llorando, nos sentimos fácilmente identificados con todo lo que pasa en el interior de este libro. Esta es una historia que va sobre personas, que se centra en las relaciones y que te muestra diferentes perspectivas y modos de afrontar las pérdidas.
Creo que además de entretener, te puede acompañar si estás atravesando un momento complicado de tu vida, no significa que tenga que ser especialmente terapeútico pero sí será amigable, una mantita, una bebida caliente en las manos y lo tienes todo para pasar una tarde estupenda de fin de semana. Bueno, al menos es lo que me apetece a mí y seguro que no soy la única. Anda, no te marches sin dejar un comentario. Serás siempre bienvenido.