Misión Autora
Julio Santos
Ilustrado por Patricia Pérez
Querido diario:
Quiero dar las gracias, nuevamente, al autor y la ilustradora por este ejemplar, que ya es el noveno de la serie: Misión Aurora.
Sinopsis:
El nuevo curso estaba a punto de comenzar y parecía que nuestras aventuras llegaban a su fin.
¿Quién podía vivir aventuras entre madrugones, deberes y exámenes?
¡Que equivocados estábamos!
Mientras escogíamos un regalo para el cumpleaños de Esmeralda, Sara-Li tuvo una extraña visión.
Un ajedrez muy especial fue el desencadenante de todo.
Y hasta tuvimos que viajar a otra dimensión.
La aventura está servida.
¿Vienes?Cómo me hubiese gustado que se hubiera puesto de moda el ajedrez siendo una niña. ¡Siempre me gustaron los juegos de mesa! Pero este me parecía especialmente difícil. A partir de "Gambito de Dama" hubo un boom en redes sociales y de repente muchos niños y sobre todo muchas niñas se aficionaron a este juego ¡me sorprende gratamente! Y justo son las piezas de un juego de ajedrez las coprotagonistas de esta nueva entrega de las aventuras de los gemelos más traviesos de la literatura juvenil actual.
Algo que me encanta de estos libros es que siempre añaden un objeto mágico o hechizado y un lugar especial que visitar. Invita a los pequeños lectores a participar. De esta forma, de una lectura siempre aparece otra afición, un ingrediente indispensable para transmitir el gusto y disfrute por la cultura a los lectores más jóvenes.
Sí, es verdad que los libros pueden haberse escrito solo para entretener pero si tienen un valor añadido, yo los aprecio aún más. No solo estoy hablando de conjuros, dimensiones ocultas, poderes mágicos, alguna varita y la ya conocida telepatía. Me encanta la colaboración que demuestran siempre en familia, sobre todo porque conforme avanzan los capítulos, la tensión aumenta y cuando cierro el libro me doy cuenta de lo corriente y moliente que es mi propia vida en comparación con la de los gemelos y toda la tropa, porque ya hace varios libros que no se trata solo de los dos protagonistas, para nada, junto a su hermana, sus padres y sus amigos, forman un gran equipo, algo que en esta sociedad aún seguimos suspendiendo, así que me parece genial que den ejemplo.
Por cierto, debo añadir que el final es mi parte favorita, por la sensación que desprende, ese cálido desenlace y la sonrisa que nos dibuja. Y en esta ocasión me sucede que... ya no veo las piezas de ajedrez de la misma forma. Si entro en una tienda de objetos usados y veo un ajedrez, me temo que tendré que saltarme la norma que reza el cartel: "por favor, no tocar" porque... ¡nunca se sabe! y no me perdonaría perderme ese "qué hubiera pasado si...". Si a ti también te sucede, por favor, cuéntamelo, estoy deseando saberlo. (Y si tocaste una pieza y no sucedió nada, échale imaginación, decidiré creerme toda la magia que desees inventar, quedará entre nosotros: tú, Txano, Oscar y yo).