Reseña: Amélie Nothomb lo ha vuelto a hacer. En apenas 200 páginas ha logrado hacerme reír, indignarme y reflexionar con algunas de las perlas que suelta a modo de conversaciones con Pétronille. Si el personaje de Amélie en sus novelas de inspiración autobiográfica ya nos tiene conquistados, esta suerte de versión de la escritora te roba el corazón entre copa y copa de champán, gracias a su carácter, humor negro del que hace gala y sus discusiones con Amélie.
Constantemente tienes la sensación de que esas conversaciones entre escritoras no es otra cosa que Amélie Nothomb hablando con su versión de más allá del espejo, y que cuando relata los inicios de Pétronille en el mundo editorial no es más que una crítica al sistema, igual que Pétronille es dura con Amélie cuando le dice que es de las pocas que puede vivir de sus libros publicados.
Hay escenas en el libro que me han producido una sonrisa totalmente sincera, incluso cierta hilaridad y es que para lo corto que es el libro pasan un montón de cosas: el viaje a Londres, la salida a esquiar, presentaciones de libros, salidas etílicas, fin de año... cualquier acontecimiento es toda una ocasión digna de ser leída de la mano de Nothomb y su compañera de juerga.
En resumen: Si nunca has leído a la autora, puede ser una buena puerta de entrada a la misma. Aunque no supera, a mi gusto, a Estupor y Temblores o Ni de Eva ni de Adán pugna con mucha dignidad estar en el top 5 de sus mejores obras, entre las que personalmente incluyo Antichrista o Metafísica de los tubos.