en el país de la alcantarilla
Autora: Ana García-Castellano
¿Sobre qué trata? Quintín Importante es un señor muy serio, está a punto de casarse y sin querer se le cae el anillo de su prometida por la alcantarilla, no le queda más remedio que meterse dentro para encontrarlo y allí encontrará mucho más que un anillo. El país de la alcantarilla le ofrecerá amistad, diversión, pero sobre todo muchas emociones.
En mi opinión... Es una preciosidad. Lo leí cuando tenía nueve añitos y ya era muy aficionada a leer, además en el cole, en ocasiones, nos llevaban a ver a los autores que después nos firmaban los libros y podíamos hasta hacerles preguntas.
¿Porqué reseñarlo hoy? Porque quería elegir algo especial como primera reseña del año y ya que tenemos tan reciente ese día de Reyes Magos dedicado a los niños no se me ocurre mejor manera de celebrarlo que con una reseña de literatura infantil.
Siempre digo que los libros infantiles son ideales para elaborar juegos a partir de su temática y éste es sin duda un gran ejemplo. En él nos encontramos con Quintín que es un señor muy muy serio y a Mundicia que es una chica alocada y divertida, son como dos polos opuestos. Pero lo mejor no son los personajes sino las cuatro pruebas que debe atravesar Quintín para que los habitantes del país de la alcantarilla le dejen salir.
En cada una de las pruebas a Quintín se le rompen los esquemas, se da cuenta de que sus normas que tanta seguridad le otorgan, en este mundo, no tienen ninguna validez y debe volver a aprender. Adquiere valores medioambientales, redescubre la diversión y la amistad, la comunicación, la ayuda mutua y por supuesto, la autoestima. Valores que yo creo que son importantísimos para cualquier persona y que debemos fomentar desde la infancia.
Hace poco reseñé un libro de la misma época, "Charlie y la fábrica de chocolate" que utilicé para crear un proyecto sobre una escuela de verano y sus actividades relacionadas con los capítulos del libro. Si pudiera volver atrás en el tiempo, volvería a dudar entre estos dos libros, porque ambos son ideales para extraer moralejas, crear juegos de rol e incentivar la creatividad con manualidades para los más peques.
Sí, se me ha visto el plumero, soy educadora y animadora, creo que lo he sido siempre, sólo que ahora tengo títulos que lo acreditan. Y pese a que lo digo constantemente, lo voy a repetir una vez más: aunque los libros se escriban dirigidos a un público o colectivo en concreto, ¡sáltate las normas! sal de tu zona de confort y lee cualquier cosa, aunque parezca inesperada, porque nunca sabes las sorpresas que te puede deparar. Yo lo hago casi siempre, o al menos lo intento con ímpetu.
¿Y tú, también te saltas las normas de vez en cuando? ^^