Hijos de la droga
Christiane F.
Querido diario:
Esta lectura ha sido muy especial por varias razones, entre ellas porque ha sido un regalo de un gran lector al que le tengo, digámoslo así, mucho aprecio.
Sinopsis:
"Yo, Christiane F." es el título bajo el que se esconde una desgarradora historia real como la vida misma en la que la propia Christiane narra en primera persona sus experiencias en el mundo de la droga desde que, siendo aún una niña de tan solo 13 años, se inicia en el consumo social de hachís hasta su súbita caída en el abismo que representa el submundo... Atrapada en la heroína y la restitución con al poco de 15 años prosigue su historia con interminables intentos de desintoxicación fallidos.
En esta ocasión he salido de mi habitual zona de confort entre novelas para terminar leyendo no ficción, algo muy poco habitual. Pero ha merecido la pena. Es un libro que actualmente está descatalogado y solo lo podrás encontrar, con mucha suerte, en alguna tienda de libros usados. Así es como ha llegado a mis manos, siendo el libro favorito del lector que más me importa en este momento.
El libro es muy duro, no es una recomendación para cualquier tipo de lector. Para empezar contiene todo lo que tachan ahora mismo de inapropiado: sexo, drogas, alcohol, delincuencia, muerte e incluso prostitución. Para muchas personas las drogas son algo lejano que ni ven ni necesitan y para otras personas está muy a la orden del día. En la década de los 70 dependía mucho del ambiente en el que te movieras pero irrumpió en la vida de los jóvenes de forma rápida y sin pedir permiso.
Hoy en día se saben muchas cosas que, por aquél entonces se ignoraban. Esto es solo un testimonio pero ahora hay millones. Lo que más me llama la atención es la cantidad de señales que ignoramos porque estamos más concentrados en tratar de ignorar, huir o evitar un problema concreto, provocando, a largo plazo, la adquisición de muchos otros.
Da cierta pena, coraje, rabia y tristeza ver cómo una niña de solo 14 años se ve casi obligada a ejercer la prostitución como medio para conseguir esa droga que la hace olvidarse de la porquería de vida que tiene y ahí es donde deberíamos ir a reflexionar todos. Las personas no adquieren una adicción solo porque lo ven divertido, este testimonio pone de manifiesto como los vacíos en los momentos importantes de la vida de las personas provocan que vayan en busca de algo que les haga sentirse importantes, que les saque de esa espiral en la que están metidos. Y lo peor es que no saben que se están metiendo en otra peor.
Esa es la razón por la que las desintoxicaciones físicas no sirven por sí solas ya que, la adicción del cuerpo se pasa en unos pocos días. El problema viene cuando la persona desintoxicada tiene que volver a la vida que la llevó a tomar drogas. Y ahí es donde seguimos errando. Hasta que no entendamos que la prevención es la clave, seguiremos cometiendo siempre el mismo error. La autoestima, las habilidades sociales, la inteligencia emocional y la gestión de conflictos son los pilares en los que se sustenta la felicidad de la persona, si todos fallan y no tiene una red de: familia, estudios, trabajo, amigos y personas queridas que le ayuden, tendrá una alfombra roja directa a las drogas y otras adicciones.
Y de este tema podría estar hablando durante horas, me horroriza y me fascina a partes iguales. En cuanto al libro en sí, lo único que puedo criticarle es que algunas traducciones dejan un poco que desear, como el "turkey" que es como llama al síndrome de abstinencia que en España se ha llamado comúnmente como "mono". Y, para mi gusto, tantísima letra en cursiva me cansa un poco la vista, además de que, repetían la misma historia que ya te habían contado por lo que esas partes se hacían repetitivas. Por supuesto el libro tiene sus años y ha envejecido todo lo bien que cabría esperar por lo que estas críticas deben tomarse como meros detalles. El libro es muy bueno y lo he disfrutado mucho. Si lo encontráis de segunda mano, compradlo.