El escenario, una hermosa casa “en algún lugar de Italia”, los personajes, Elio (Timothée Chalamet) y Oliver (Armie Hammer); la historia: una oda al amor, al despertar sexual, al romanticismo clásico.
Call me by your name se centra en la historia de Elio. Un joven de 17 años que, junto con sus padres, pasa los días relajado en la gran casona de Italia. A la llegada estimada de Oliver, un estudiante estadounidense de 24 años, su vida despreocupada comienza a variar.
El director italiano, Luca Guadagnino, desarrolla un paisaje cotidiano que da pie al conflicto entre ambas personalidades ensimismadas, hasta llegar a una complicidad casi incomprensible.
A través de un paralelo entre las esculturas romanas, estudiadas por el padre de Elio (Michael Stuhlbarg), y las escenas implícitas de deseo y rechazo, el espectador se va adentrando en una atmosfera de seducción y despertar sexual. A esto se agregan reflexiones sobre la bisexualidad y la construcción de identidad de Elio.
El guion de James Ivory, de la adaptación a la novela original de André Aciman, se inserta en nuestros corazones por su atinada complejidad, donde parece que todas las secuencias van guiadas por un hilo inquebrantable, sin embargo, no queda espacio para la obviedad.
Call me by your name ha sido nominada a los Golden Globes y como Mejor Película para los Oscar, no es por menos que se trate de una historia de amor única, que te robará miles de suspiros.